Una gestora provincial socialista en Alicante antes o después de las primarias del PSPV. Esa es la cuestión que la nueva mayoría «sanchista» nacida del congreso del PSOE intenta dirimir después de que el secretario general de los socialistas de la provincia de Valencia, José Luis Ábalos, a quien Pedro Sánchez ha convertido en su mano derecha tras nombrarle secretario de organización del partido, tumbara la propuesta del PSPV realizada por el secretario de organización, Alfred Boix, en la que pretendía mantener con formato de gestora a la ya extinguida dirección provincial de Alicante, dinamitada hace justo un mes tras la dimisión de su secretario general, David Cerdán.
Para los «sanchistas» no había ninguna prisa en conformar el órgano directivo provisional que tendrá que dirigir el partido a nivel provincial. En pleno «subidón» tras el resultado de las primarias que dieron un clara victoria a Pedro Sánchez, desde Ferraz se dijo no a la propuesta del PSPV, provocando así el primer choque de trenes en la Comunidad Valenciana entre Puig y Sánchez después del congreso federal. Nada de mantener en la gestora a la número dos, la diputada autonómica Toñi Serna, y nada de darle visibilidad a Herick Campos. No sellegó a ninguna negociación, salvo en el nombre del presidente para la gestora, José Chulvi, portavoz del grupo socialista en la Diputación de Alicante.
A esa falta de acuerdo le ha seguido el proceso de primarias, y parecía no haber problema en esperar a que pasaran para implantar la gestora, que en caso de vencer el candidato «sanchista» estaría conformada por los cercanos a Ábalos y a Alejandro Soler. Pero una victoria de Puig obligaría a negociar, y como en este proceso los resultados no están nada claros los «sanchistas» estudian acelerar la implantación de la gestora provincial cuanto antes para imponer su mayoría, según ha podido saber este diario. Eso sí. Siempre después del día 2 de julio, cuando el recuento de avales arroje las primeras pistas sobre este proceso de primarias abierto en la Comunidad tras anunciar el alcalde de Burjassot, Rafa García, que iba a competir con Puig. En el entorno más cercano al «President» ya se tilda de «cacicada» la imposición de la gestora si ésta no se negocia con el PSPV. Su principal papel será organizar el congreso provincial que se celebrará después del verano y donde los críticos con Ximo Puig intentarán asegurarse la mayoría. Sin embargo, los estatutos del PSOE especifican que la gestora tendrá que ser negociada entre el Comité Ejecutivo Federal y el regional.
Mientras tanto, el rival de Puig, Rafa García, echa el resto en la provincia de Alicante para darse a conocer entre las bases ante la falta de apoyo orgánico e institucional y para amarrar el máximo número de apoyos que se fueron a Pedro Sánchez en las primarias, un total de 2.828 de los más de 5.500 militantes que tiene el partido. Solo en una tarde, el alcalde de Burjassot estuvo en cuatro localidades de la Vega Baja reuniéndose con afiliados, una de las comarcas alicantinas donde Sánchez arrasó. Por otra parte, alcaldes de la provincia posicionados con el «sanchismo» apoyan ahora al jefe del Consell. Prueba de ello fue la imagen del lunes en Monóvar, con su alcalde apoyando la candidatura de Puig.
