Cuatro de los trece diputados de Ciudadanos (Cs) en las Cortes anunciaron ayer, como adelantó este periódico, que abandonan el partido y el grupo parlamentario para pasar al de no adscritos y convertirse en tránsfugas. Dicen que Cs «ha cambiado», por la actitud de su presidente, Albert Rivera, al que censuran por su respaldo a los presupuestos del Estado de Mariano Rajoy que marginan a la Comunidad y a la provincia de Alicante. Alexis Marí, David de Miguel, Domingo Rojo y Alberto García expusieron en rueda de prensa los motivos por los que han solicitado la baja del partido y criticaron el, a su juicio, viraje ideológico de Ciudadanos y de Albert Rivera, además de su «escaso interés» por los parlamentos autonómicos y por la defensa de los intereses de quienes les han votado.

Marí, relevado como portavoz del grupo en las Cortesel pasado mes de abril y pareja de la eurodiputada Carolina Punset, también distanciada de Albert Rivera, califició al líder «naranja» como «hijo político de Rajoy». Los diputados denuncian prácticas de espionaje, sistemas de control «como el de la Gestapo para machacar a los críticos», con «hostigamiento en redes sociales» y «un leninismo en el más amplio sentido de la palabra aplicado a los afiliados». Los cuatro diputados criticaron el agravio que, en su opinión, suponen los Presupuestos Generales del Estado para la Comunidad, tanto por la infrafinanciación como por la escasa inversión.

En este punto, acusaron a Albert Rivera, a quien han recordado que inicialmente dijo no al cupo vasco, de «prácticamente poner en duda la infrafinanciación que sufre la Comunidad». Según Alexis Marí, «ha habido compañeros que han defendido mejor los Presupuestos Generales del Estado que el PP», y añadió que en la Comunidad Valenciana «no se puede hacer un buen proyecto con escombros del PP». A juicio de estos diputados, Ciudadanos es un «partido timorato, agazapado a la espera del fallo del PP para coger votos», donde «las opiniones contrarias a las de los dirigentes no son bien recibidas». Marí lamento el «escarnio» que sufrió por parte de Toni Cantó y otros diputados de su partido cuando apoyó una posible integración con UPyD y ha considerado que «algo mal se tuvo que quedar con las collejas que le pegó Amparo Baró (en una serie de televisión en la que intervino el actor), por lo que le oigo últimamente».

«Ciertas actitudes de nuestro partido habrían dejado a la izquierda a otros como España 2000», agregó Marí, quien ha lamentado que su partido ha acogido a «los escombros del PP», a «gente expulsada por prácticas pseudo mafiosas». «Cuando Madrid y Barcelona quieren fiscalizar lo que hago, el hecho de que no tengamos un mínimo de autonomía, nos convierte en sucursales. Es lógico que tengamos un ideario troncal en temas de Estado, pero hay que conocer el territorio para quererlo y no decir tonterías sobre financiación», añadió Marí. Asimismo, opinó que «Ciudadanos ha propiciado pequeños cambios para que nada cambie. Hemos amamantado la continuidad, un fraude, aunque quizá eso es lo que quieren algunos, ser el llavero del PP. Hemos pasado de no ir con Rajoy ni a tomar café al 'no lo dudes Mariano', a propiciar que el Rajoy del 'sé fuerte' sea presidente. Creo que algunos -detalló- son del PP y no lo saben, porque al final aprietan el botón para castigar a los valencianos».

Alberto García lamentó que los Presupuestos Generales del Estado impidan cumplir los compromisos alcanzados por Ciudadanos con las entidades del sector de la dependencia en la Comunidad, y se ha mostrado dispuesto a renunciar a su acta de diputado autonómico si la diputada nacional por Alicante- Marta Martín hace lo mismo. García señaló a Martín como firmante de los mismos compromisos que él e insistió en que: «no podemos abdicar de nuestras obligaciones de cara a los valencianos». David de Miguel reconoció que sintió vergüenza cuando preguntó al partido por el modelo de financiación que defiende y le respondieron «con un folio». «No se profundiza en este asunto porque no se cree que sea un problema», como a su juicio sí lo es, al menos en la Comunidad, «el objetivo de Ciudadanos es solo Madrid, y eso cansa y desilusiona». El diputado Domingo Rojo insistió en que la escasez de inversiones del Estado en la Comunidad Valenciana se traduce en menos trabajo y se lamentó del «trato vejatorio» sufrido al exponer sus criterios políticos.