Cuando el cartel luminoso de la campaña electoral aparece, se encienden también otros avisos. Los de medir el mensaje o los de decidir la composición de una foto, por ejemplo. Eso lo tiene claro cualquier candidato en un proceso de este tipo. En el caso de los políticos valencianos, son conscientes además de que la relación con Madrid es uno de los puntos clave. Rafa García insistió ayer en una entrevista en el programa Última Pàgina, de Levante TV, que la alternativa que ha presentado a la candidatura de Ximo Puig no viene impuesta por la dirección estatal que recae en manos de Pedro Sánchez. «Soy yo personalmente el que decide dar el paso. Tengo buena relación con Sánchez y amistad con Ábalos, pero el visto bueno a mi candidatura lo da mi familia», indicó el también alcalde de Burjassot. «Al fin y al cabo, cuando te presentas a un cargo así, al final estás solo», añadió el precandidato toda vez que aún tiene que conseguir los avales.

García desechó la idea de que su candidatura fuera una «vendetta» perpetrada por el líder estatal contra Puig, por haber contribuido este último a su derrocamiento el pasado mes de octubre. Además, insistió en la idea de la bicefalia: «El gobierno comporta muchos esfuerzos y se desatiende al partido». Sin embargo, preguntado sobre la posibilidad de que Pedro Sánchez llegue a la presidencia del gobierno también debería dejar la secretaria general del PSOE, García apuntó que «habría que verlo» y supeditó la decisión a la consecución de una mayoría absoluta. En el caso de Puig también. «Si se alcanza la mayoría absoluta se podría plantear», dijo.

El alcalde de Burjassot planteó su campaña en términos similares a los de Pedro Sánchez: «Tenemos que aprovechar la ola de ilusión de la militancia», explicó García. Para ello, pretende recorrer todo el territorio y recoger propuestas de los afiliados a través de una página web que se pondrá hoy en funcionamiento.

Por otro lado, el presidente de la Diputación de València y afín al jefe del Consell, Jorge Rodríguez, indicó ayer que el liderazgo de Ximo Puig no está en peligro. El hombre llamado a tender puentes tras las primarias estatales en las que el socialismo se dividió entre el «sanchismo» y el «susanismo» señaló que tales negociaciones no harán falta a parto de ahora. «Ahora ya se han presentado dos candidatos y ha terminado el tiempo de negociaciones. Queda llevar adelante la campaña y que la militancia decida quién quiere que sea su próximo secretario general», indicó. En este sentido, añadió que «sería un error» que desde Madrid el partido intentara interferir dentro del proceso valenciano.