La nueva mayoría «sanchista» del PSOE tumbó las enmiendas de los socialistas valencianos para abandonar la organización provincial y retornar a la estructura comarcal, que se suprimió en 2008 bajo mandato de Jorge Alarte por orden de José Blanco, entonces número dos de Zapatero. Una de las prioridades del presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en su proyecto para optar a la reelección en el PSPV era volver a poner en marcha una organización en la que, sin ninguna duda, se siente mucho más cómodo. La división del partido por provincias le ha permitido a José Luis Ábalos crecer hasta convertirse en el jefe del «aparato» socialista y, especialmente en esta última etapa, ha sido un conflicto permanente con la ejecutiva de Alicante.

El objetivo de Puig era poner en marcha direcciones comarcales con competencias plenas y algún tipo de órgano provincial para coordinación pero sin poder al estilo de como funcionaban antiguamente los comités electorales. La derrota de Susana Díaz, con la que Puig tenía pactado realizar ese cambio en la estructura organizativa, y la rotunda victoria de Pedro Sánchez adelantaba el rechazo a esa iniciativa. Así y todo, los partidarios del presidente de la Generalitat mantuvieron la propuesta que, de todas maneras, estaba redactada de forma muy sutil. Dejaba abierto el debate e instaba a que cada federación pudiera decidir su estructura de acuerdo a las resoluciones que se votaran en su congreso. En la cúpula del PSPV estaban convencidos de que en el cónclave de los socialistas valencianos la estructura comarcal se iba a acordar por una amplia mayoría.

Ahora, sin embargo, todo vuelve al punto de partida. Las enmiendas se denegaron y cualquier cambio queda pendiente de una futura conferencia política que, como no tiene capacidad de modificar los estatutos, sugerirá cambios pero para futuros congresos. En la práctica, por tanto, todo queda igual. Como hasta ahora: organizaciones provinciales con capacidad ejecutiva, competencias en propuesta de candidaturas y en organización de agrupaciones junto a estructuras comarcales de pura coordinación sin ningún peso real. Los congresos provinciales, en principio, se convocarán para el próximo mes de septiembre.

Los socialistas consideran que la organización de Alicante -ahora descabezada- es estratégica. ¿Por qué? Si hoy el PSPV tiene la presidencia de la Generalitat es gracias al sur de la provincia. Allí fraguaron la ventaja que Puig le sacó a Mónica Oltra. Los afines al presidente de la Generalitat creen que esa batalla para 2019 se puede afrontar en mejores condiciones ahondando en la organización comarcal. Los «sanchistas», por contra, creen que es mejor mantener la actual división provincial, igual a la circunscripción electoral.