El Gobierno de Mariano Rajoy está asfixiando la capacidad financiera de la Generalitat para hacer frente al «día a día» de sus competencias y, en estos momentos, tiene retenidos ingresos que corresponde gestionar al Consell por importe de 2.400 millones de euros, unos 400.000 millones de las antiguas pesetas y una cantidad que equivale a una sexta parte del presupuesto autonómico para todo el año. La denuncia surgió durante durante el debate en las Cortes entre el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y la portavoz de Ciudadanos, la alicantina Mari Carmen Sánchez. «Pese a que nos tienen retenido ese dinero, el Consell está gobernando y sacando el país adelante», subrayó el presidente Puig durante su intervención parlamentaria en el hemiciclo del Palau dels Borja.

Efectivamente, el Ejecutivo de Madrid tiene, en estos momentos, pendiente de entregar a la Generalitat un total de 1.538 millones correspondientes a la liquidación del sistema de financiación autonómica de 2015. Normalmente ese dinero, como máximo, se cobra en julio. Pero lo habitual es recibir anticipos con anterioridad acordes a las necesidades de cada administración, algo que en esta ocasión no se ha producido. Tampoco tiene noticias la conselleria de Hacienda de los 871 millones que la Generalitat debe cobrar como aportación extraordinaria del Fondo de Liquidez Autonómica para cubrir la desviación del déficit de 2016. El único mecanismo que, aunque sea a base de inflar la deuda con un préstamo, compensa al Consell por el perjuicio del injusto reparto de la financiación autonómica.

El año pasado este procedimiento de liquidez de las arcas de la Generalitat -institución que gestiona las principales competencias vinculadas a la política social- quedó activado durante la primera quincena de junio. Había elecciones generales a finales de ese mes. En esta ocasión ni siquiera se ha puesto en marcha la plataforma de pago a cada una de las autonomías. Fuentes de la conselleria de Hacienda reconocen que el retraso del Gobierno a la hora de enviar los fondos que tiene que gestionar la Generalitat están provocando demoras en los abonos a proveedores de la Comunidad por periodos «mayores de los deseados y de los que podrían registrarse» en el supuesto de que Madrid cumpliera con todas sus obligaciones. Todo esto, además, justo en el día en el que la Generalitat registró un dato económico que certifica este bloqueo que sufre en la aportación de fondos a través de préstamos del rescate: la reducción de la deuda en 547 millones enel último trimestre a raíz de la retención del Fondo de Liquidez para situarse en un total de 44.111 millones, la segunda región con más lastre en valor absoluto y la más alta sobre el PIB.

El presidente de la Generalitat -durante su intervención a pregunta de Fran Ferri, síndic de Compromís en las Cortes- defendió la necesidad de articular «una respuesta de carácter ciudadano» ante la infrafinanciación y la falta de inversiones como el Corredor que padece la Comunidad y anunció que el Consell trabajará conjuntamente con todos los grupos para convocar «una movilización unitaria coincidiendo con el 9 d'Octubre», jornada que festeja el día de los valencianos, para reclamar ese trato justo y equitativo al Gobierno. «Es un grave problema que nos impide crecer y mejorar servicios», zanjó el presidente en su intervención.