La llegada de la Democracia y del Estado de Derecho a España tras la muerte del dictador Francisco Franco no fue sencilla y sus luces y sombras se revivieron ayer durante la segunda jornada de los actos de celebración del 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas que se está llevando a cabo en la sede de la Universidad de Alicante. El nuevo espacio democrático y su principal motor institucional, las Cortes Generales, nacieron de un ambiente social en el que aún existía cierto temor al cambio a la par que ilusión.

En ese escenario pusieron ayer el acento el exdiputado por UCD, Joaquín Galant, y el exsenador socialista, Josep Beviá, elegidos por la circunscripción electoral de Alicante, quienes recordaron su llegada al Parlamento español tras los comicios de 1977 durante el coloquio que ayer se llevó a cabo en la sede de la UA junto al periodista José María Perea y organizado por el Archivo de la Democracia de la Universidad. «Había que hablar mucho sobre el Estado de Derecho para que la gente perdiera el temor», recordó Galant. Rememoró una charla en la Vila Joiosa como presidente de la Agrupación de Jóvenes Abogados previa a las elecciones para hablar de la Democracia. «Pasó una hora y no vino nadie, era algo que parecía no interesar, pero es que había temor. Al final se acercó un hombre y le dijimos que se fuera porque ya era tarde y se iba a suspender. Como insistió hice la charla para él solo, pero poco a poco fue llegando gente interesándose. Este hombre al final me dijo que eso de la Democracia era muy difícil, que no llegaría a pasar y me confesó que era uno de los alcaldes franquistas que tuvo la localidad».

Galant también recordó la gran colaboración con el resto de diputados de los nueve que obtuvo la provincia, y también rememoró su rechazo a que la candidata del Partido Comunista fuera Pilar Bravo por ser «cunera». «Creo que debía haber sido Enrique Cerdán Tato, pero al final colaboramos aún siendo de partidos distintos porque todos luchábamos por un mismo fin», dijo.

El exsenador Beviá, que llegó al grupo Progresistas y Socialistas Independientes del Senado, contó cómo la Cámara Alta recibó el nombre de «Senado del altillo». «Es que el Senado se constituyó en un una habitación que era como un altillo del Congreso», explicó, y añadió que luego se pasó a un edificio casi «maldito» porque albergó desde la República el Consejo Nacional del Movimiento. Asimismo, el exsenador por Alicante dio su visión de la Cámara Alta de entonces. «Era todo más desordenado que en el Congreso y mucho más diverso», recordó. Junto a Galant, compartió la felicidad de aquel momento nacido de las primeras elecciones democráticas.

El periodista alicantino que tantas crónicas políticas escribió en el diario La Verdad, José María Perea, moderó el coloquio y participó en él aportando también su anecdotario personal.

Para hoy está prevista la inauguración de la exposición que tendrá lugar en la sala Juana Francés.