Silencio. Así reaccionaron ayer el vicepresidente de la Diputación y concejal, Carlos Castillo, y el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Alicante, Luis Barcala, ante su posible candidatura a la presidencia local del PP. Ambos dirigentes, aspirantes a dirigir el partido, prefieren esperar a los plazos y no anticipar la batalla, algo que sería inevitable si ambos deciden presentarse a liderar la formación en la capital. La disputa interna, que tendría trascendencia más allá de la ciudad, no es lo deseable, a día de hoy, para la cúpula provincial.

Ninguno de los dos dirigentes tiene previsto hablar mucho antes a la espera de los plazos marcados en las bases para la presentación de candidaturas toda vez que, como reconocieron fuentes del PP, se ultiman conversaciones sobre las posibles vías de consenso. En ellas insistió durante la última reunión de la junta directiva el presidente provincial, José Císcar, para evitar una pugna interna. Durante la junta, Císcar destacó también que la presidencia local del partido no garantiza la candidatura a la Alcaldía. La pregunta que se hacen desde el entorno de los dos posibles candidatos es qué fórmula es la mejor para alcanzar el objetivo de recuperar la Alcaldía de la capital en 2019.

Mientras tanto, un conocido militante del PP, Francisco Maestre, se perfila como el posible candidato de un grupo de afiliados que se reunió ayer por la tarde en Alicante.