¿Teme una guerra a tumba abierta entre Carlos Castillo y Luis Barcala por la presidencia local del partido en Alicante? ¿Cree que lo mejor sería una candidatura única?

Si hemos estado defendiendo la fórmula de «un afiliado, un voto» es para que la gente se pueda presentar y haya procesos de votación. Eso en sí no es malo. Lo que se tiene que hacer en Alicante o en cualquier otro sitio es hacerlo desde la lealtad y pensando que hay un interés superior al de cualquier candidato, que es el proyecto del PP. Ser presidente local es muy importante, pero es solo eso. No es un pasaporte ni un salvoconducto para nada más. Lo otro ya se decidirá cuando toque (en alusión a la batalla por la candidatura a la Alcaldía en la capital).

¿Admite que la estructura actual en la ciudad ha sido un desastre?

He hablado con muchos afiliados y creen que hace falta una estructura común sin romper la de los distritos. Por eso en el congreso hemos aprobado volver a un comité ejecutivo con un presidente local, manteniendo los distritos. Estos ayudan a descentralizar, pero es cierto que nos equivocamos al no planificar también una elección a un comité ejecutivo local.