El congreso provincial que el PP celebró ayer en el infrautilizado Auditorio de Torrevieja sirvió para mucho más que para remozar la ejecutiva, atacar a la Generalitat y defender el papel de las diputaciones provinciales. El cónclave también dejó estampas cuanto menos llamativas. Entre ella, la reaparición de Carlos Mazón. El gerente de la Cámara de Comercio de Alicante se dejó ver en un congreso del PP ocho años después. En su decisión pesó, y mucho, que esté a un paso de entrar en las Cortes como diputado autonómico y la cercanía del congreso local de Alicante. En el momento que dimita un parlamentario alicantino, Mazón quiere regresar al hemiciclo autonómico.

También se dejaron ver ayer en Torrevieja dos antiguos concejales de Alicante que se quedaron fuera de la última lista electoral: Juan Seva y Nino Llorens, este último libre ya de toda culpa en el caso de la Plaza Magallanes. Junto a las presencias, la cita de ayer también tuvo ausencias. Una muy significativa: la de Gerardo Camps. Purgado de los ejecutivas nacional y regional del partido, de las que formaba parte hasta la celebración de los últimos congresos, el ahora diputado por Alicante en la Cámara Baja no pisó ayer el Auditorio de Torrevieja. Y otra que tampoco pasó desapercibida: la el número uno del PP en las dos últimas citas electorales al Congreso por Alicante y exministro, José Manuel García Margallo. Sí lo hicieron, por el contrario, el resto de cargos populares de la provincia en el Congreso y el Senado.

Tampoco falto a la cita el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues; el presidente del PP en València, Vicente Betoret; o parte del grupo en las Cortes. De Madrid, como avanzó este diario, sólo se desplazó Javier Maroto. Los primeros espadas se quedaron en casa.