La ilusión todavía está viva entre socialistas alicantinos que hoy se acercarán a los puntos de votación para elegir quien será el máximo dirigente del PSOE durante los próximos años. En total, más de 17.000 militantes están llamados en toda la Comunidad Valenciana a votar en las primarias que se celebran este domingo de 10 a 20 horas. Algunos acudirán a las urnas con sus candidatos definidos desde hace tiempo. A los mismos que llevan defendiendo desde la explosión que sufrió el PSOE en ese bochornoso comité federal pasado mes de octubre. Pero existe otra mayoría silenciosa que no ha tenido como prioridad defender a uno u otro candidato y que ha visto desde la distancia, entre la preocupación y la esperanza, lo que ocurría.

Antonio García Miralles, miembro del comité federal del PSOE durante treinta años y presidente de los socialistas valencianos a lo largo de dos décadas, sigue llevando a su partido en el corazón? y en la cabeza. Elogia el «ejemplo de democracia» de un proceso en el que, recalca, puede «opinar todo el mundo» al tiempo que se muestra convencido de que los socialistas sabrán, al final, resolver sus problemas. Pero, sin embargo, es crítico, en parte, con un sistema de primarias en el que considera este veterano socialista, fuera de cualquier batalla y de todos los debates pero decidido a participar en la votación de hoy, que se han producido anomalías. «Soy optimista pero todo esto va a tener unos costes que se podrían haber evitado si todos lo hubieran hecho mejor», proclama.

Rechaza, por ejemplo, la «presión por la conquista de los avales» que, en su opinión, ha «prostituido» parte del debate; o lamenta la «confusión» que se ha producido entre los candidatos a la hora de hablar de sus aspiraciones a la secretaría general y de una futura candidatura a la presidencia del Gobierno. Considera que los tres protagonistas de esta batalla tenían que haber mantenido un encuentro al más alto nivel previo a la votación para garantizar la «unidad y la concordia» y echa en falta que no se haya podido hablar de grandes asuntos que afectan al futuro de la socialdemocracia y de España. «Hemos sido incapaces de hacer autocrítica de los motivos que nos han llevado a perder millones de votos. Hemos respondido con luchas internas y no con lo que queremos ofrecer a la sociedad. Ese es el debate que teníamos que haber hecho», apunta.

Tampoco está en esta guerra fratricida el alcalde de l'Alqueria d'Asnar, Jaume Pascual, uno de los regidores más veteranos de la democracia española con 38 años de gestión municipal a sus espaldas en esta pequeña localidad cercana a Alcoy. Reconoce que las primarias «están siendo traumáticas» y que nadie «puede escurrir el bulto» ante ello. Recuerda cuando en sus inicios oía hablar de distintas tendencias en el partido sobre el ala más a la izquierda o la más centrista. «El debate de fondo no ha cambiado, pero no sé cómo hemos llegado a esto». Achaca la actual situación del PSOE, roto y con una campaña polarizada entre Susana Díaz y Pedro Sánchez y con un Patxi López buscando ser la alternativa a la discordia, al «cultivo de los personalismos» y a «la poca atención a la ciudadanía». «¡Cuánta gente me dice que está preocupada por el partido!», lamenta. Y eso ocurre, añade, «porque el ciudadano nos quiere para arreglar sus problemas, no para que estemos reprochándonos qué hemos hecho mal». Para ello, subraya que es importante fijarse en la política municipal y en la vocación de acercarse al ciudadano. Admite que no tiene a ningún candidato elegido a 48 horas de abrirse las urnas. «Lo que sé es que vote a quien vote será una decisión acertada. Me emocionaré», afirma.

Con tristeza, pero a la vez «con optimismo y avanzando en positivo», la exdirigente sindical e histórica militante socialista de la agrupación de La Vila Joiosa, Pepa Llorca analiza la situación de un partido que, asegura, «se superará como siempre porque tenemos esa obligación». Llorca, férrea defensora de las primarias, cree que el PSOE tiene que ganar credibilidad, hacer mucha pedagogía con la juventud y rechazar cualquier imagen de desprecio «porque ha habido comentarios que como socialista me duelen profundamente». Sin definirse, aplaude como mujer la candidatura de Susana Díaz. «Me gusta ver que hay mujeres que optan a liderar el partido en España», indica. Esta socialista vilera admite que el proceso hasta este domingo ha «cansado» a la militancia porque ha sido muy largo y«desmoralizante», situación que cambiará desde hoy. «Estoy convencida», subraya.

Desde Elche, Darío Martínez, militante del PSOE desde hace una década y profesor, asegura que ha tenido días en los que se ha quedado mirando su carnet de militante y dudando sobre si seguir en ella. «Pero siempre me doy otra oportunidad», afirma. Militante de a pie y joven, cuestiona los personalismos y la respuesta que están dando los dirigentes ante lo que piden sus militantes. Propone un partido menos aferrado al aparato para dar cabida «a la cantidad de gente buena que tiene en sus filas» y rechaza que los dirigentes que defienden un nuevo PSOE lleven décadas viviendo de la política.