La brecha interna que vive Podemos en la Comunidad Valenciana se hizo ayer más que evidente durante la II Asamblea Ciudadana que el partido celebró en el Pabellón del Cabanyal de València. Con tres candidaturas en liza -la de la senadora Pilar Lima y las de los diputados autonómicos Fabiola Meco y Antonio Estañ- estaba por ver si ayer los tres guardarían las formas, evitarían las críticas cruzadas y se centrarían casi en exclusiva en presentar en sociedad sus respectivos proyectos. No fue el caso.

Los dardos volaron a lo largo de toda la jornada y ante una audiencia más bien discreta. Se esperaba un pabellón abarrotado... pero apenas acudieron 500 personas. El primero en disparar fue el todavía secretario general, Antonio Montiel. Como centro de la diana estuvo la dirección nacional del partido. Fue poco después, cuando los miembros de las distintas candidaturas tomaron la palabra, cuando la disparidad de criterios se hizo más que evidente. Con la unidad repetida hasta la saciedad a lo largo de todo el día, los discursos sirvieron para marcar territorio.

Uno de los aspectos más controvertidos fue el del tutelaje de Madrid. Es decir, del control que la dirección nacional ha de ejercer sobre la federación valenciana. Esa fue, precisamente, una de las mayores críticas escuchadas ayer. Partiendo por el propio Montiel -alineado con Íñigo Errejón en la asamblea de Vistalegre que terminó aupando a Pablo Iglesias-, pasando por Fabiola Meco -su síndica adjunta en las Cortes y candidata de la corriente oficialista de «Més morat més Podem»- y acabando por Antonio Estañ, cabeza de cartel de «Una marea per aprofundir el canvi». Los tres reclamaron más autonomía e insistieron en que las grandes decisiones de Podemos en la Comunidad se han de adoptar en tierras valencianas y no desde Madrid. «No es tiempo de paternalismo ni verticalidad sino de descentralizar», proclamó Estañ.

Pilar Lima, por el contrario, se postuló en términos opuestos. A los escasos segundos de iniciar su discurso quiso dar réplica a Montiel y apostó por que la delegación valenciana de Podem esté tutelada por la cúpula nacional del partido. «En Vistalegre II se llegó a la conclusión de que hay que mandar obedeciendo. El País Valenciano mejorará si echamos del Gobierno al PP y, lo queramos ver o no, vamos ligados a lo estatal», zanjó la senadora.

Otra evidencia de la disparidad de criterios estuvo en la gestión de la actual dirección autonómica. Con Montiel ya fuera de la carrera por revalidar el puesto, tanto Lima como Estañ censuraron el rumbo que ha emprendido el partido en la Comunidad. «Con tristeza veo que Podemos se ha cerrado y se ha vuelto endogámico, pensando en cuestiones y olvidando siempre a la gente que está fuera», sentenció la senadora.

Estañ, por su lado, espetó: «Pese a todo el trabajo, en Podem no hemos sido capaces de exigir políticas más transformadoras y sentar las bases de un proyecto alternativo», dijo, a la vez que lamentó el papel en el que ha quedado la formación en relación a sus socios del PSPV y Compromís: «No podemos seguir siendo una fuerza subalterna ni sucursal. Podem tiene que ser el motor de la calle».

Por su parte, Fabiola Meco sí defendió la gestión del actual Consejo Ciudadano Autonómico, aunque sin mencionar de manera explícita a Antonio Montiel, y puso en valor los logros del grupo parlamentario a pesar de que la formación morada decidió no formar parte del Consell. «Hemos permitido que la gente acceda a las cuentas públicas. Y en una tierra saqueada hemos defendido que alguien independiente se encargue de prevenir el fraude en cada espacio de gestión pública. Pero no es suficiente. Es el momento de cumplir los sueños de la gente. No hay fórmulas mágicas. Solo será posible si crecemos más. La única varita mágica es el poder de la unidad», apuntó. Los discursos de los tres aspirantes apenas concretaron propuestas de futuro.

En el cierre de la asamblea también se evidenció la división interna. Tanto, que incluso se formó un «corrillo» mientras Montiel cerraba el cónclave. ¿El motivo? Que el comité técnico del congreso ha detectado una posible irregularidad en el acto que la candidatura de Pilar Lima ha convocado para hoy en Torrent, y al que asistirá Juan Carlos Monedero. Ayer se advirtió en público de que en caso de que se celebre es acto se recurrirá a la Comisión de Garantías Estatal debido a que podría vulnerarse el principio de neutralidad y la propia Lima exigió explicaciones visiblemente enfadada.