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El Consell del PP dejó un «agujero» de 681 millones en los grandes proyectos

El Consell bajo mando popular se gastó más de 1.200 millones a través de una empresa pública en infraestructuras y eventos de ocio que a día de hoy sólo tienen un valor de 519

El Consell del PP dejó un «agujero» de 681 millones en los grandes proyectos

Cuando Eduardo Zaplana llegó a la Generalitat en 1995, una de las apuestas principales de aquel primer gobierno del PP se tradujo en el impulso de grandes proyectos temáticos y de eventos de ocio que, en teoría, debían servir para «vender» la marca de la Comunidad Valenciana y contar con una oferta complementaria para el sector turístico. Un año después de alcanzar el poder, el Consell del PP, recogiendo la iniciativa de un grupo de empresarios de Benidorm para construir Terra Mítica, constituyó la Sociedad Parque Temático de Alicante, renombrada con posterioridad como Proyectos Temáticos, su denominación actual. Desde 1996 a 2015, el último ejercicio con el balance económico cerrado, la gestión del PP se ha saldado con un «agujero» que, a día de hoy, alcanza los 681 millones, la friolera de 113.000 millones de las antiguas pesetas. Bajo mando de Zaplana, luego de Francisco Camps y, finalmente, de Alberto Fabra, la administración valenciana se gastó 1.200 millones a través de esa empresa pública en infraestructuras y eventos que a día de hoy sólo tienen un valor de 519 millones, como se recoge en el balance de la sociedad. Equipaciones millonarias sin apenas margen para sacarles rentabilidad y un lastre de 681 millones. Esa es la envenenada herencia con la que ha tenido que lidiar el Consell de Ximo Puig y Mónica Oltra.

Son dos cantidades estratosféricas a la hora de analizar toda una gestión económica. Mareantes. De la primera: mil doscientos millones es una cifra que se repite cada cierto tiempo cuando salen a relucir los episodios más polémicos de la gestión del PP en la Generalitat. Ese gasto en los proyectos de ocio se puede calcar exactamente con el «agujero» que se generó durante la etapa de los populares en Ràdio Televisió Valenciana y que, finalmente, acabó con su cierre como epílogo del mandato de Alberto Fabra. Y casi coincide igualmente con el volumen de sobrecostes detectados en la mercantil Ciegsa -otra empresa pública creada por Zaplana, en este caso para construir colegios- durante dos décadas y que desembocaron en la «Operación Taula», uno de los supuestos casos de corrupción más graves que se atribuyen a la labor del PP en el Consell. De la segunda cifra: con 681 millones -la pérdida patrimonial acumulada en Proyectos Temáticos durante 20 años- se podría haber cubierto el presupuesto de la Diputación de Alicante para dos años y medio, las partidas dedicadas a la Agencia de Turismo del Consell para una década o el gasto consignado del Consorcio de Bomberos de Alicante para más de veinte años. Sólo tres departamentos de la Generalitat -Sanidad, Educación y Bienestar Social- tienen al año una dotación presupuestaria mayor.

Sólo con esa comparación se puede entender la dimensión del descontrol con inversiones millonarias en infraestructuras -detalladas en el gráfico adjunto- que luego se tuvieron que malvender como Terra Mítica; en edificios vacíos y sin apenas uso como el aeropuerto de Castellón o el auditorio de Torrevieja; sin mercado para lo que se concibieron como la Ciudad de la Luz, dedicada inicialmente a estudios cinematográficos, ahora un paraje «fantasma» y a la espera de la resolución que toma Europa con la multa de 265 millones por la concesión de ayudas públicas ilegales; o simplemente un amasijo de andamios con obras sin acabar como imagen del Centro Cultural de Benidorm. Proyectos fallidos que han generado grandes desembolsos económicos de los que apenas se puede mostrar una maqueta como el Palacio de Congresos de Alicante, Mundo Ilusión, el Museo de la FIFA, el Parque Cultural de San Vicente del Raspeig, el Centre de Convencions de Castelló, la Ciudad de las Lenguas... Y eventos que han tenido gran coste con un indudable retorno mediático como la Fórmula 1 o la Volvo Ocean Race en la ciudad de Alicante. Pero otros sin apenas ningún impacto económico en torneos dedicados a hípica, golf o tenis.

Del desembolso de más de 1.200 millones -una cantidad superior a los doscientos mil millones de las antiguas pesetas- que el Consell ha realizado a través de Proyectos Temáticos, un total de 1.061 se invirtieron en infraestructuras como Terra Mítica, Ciudad de la Luz y el aeropuerto de Castellón o en la redacción de obras prometidas a bombo y platillo pero que, al final, nunca se llegaron a ejecutar. Otros 139 millones se dedicaron a patrocinar eventos, como recoge en el cuadro anexo elaborado a partir de las cuentas de la mercantil pública. De los 1.061 millones para obras y grandes proyectos de infraestructuras temáticas la mayoría del dinero se gastó en el plan de usos de Benidorm -el programa de actuación que incluía la construcción de Terra Mítica- y en el de la Ciudad de la Luz. Entre ambas cosas, la friolera de 895 millones.

Al menos, ocho de cada diez euros destinados por la Generalitat a Proyectos Temáticos fueron a parar a esas dos actuaciones, una vendida a la baja a un operador local de Benidorm y la otra un páramo sin ninguna actividad. La sociedad declara gastos en el entorno de Terra Mítica de 255,8 millones aunque la cantidad se acerca a los 500. Entre 1996 y 2004, la empresa de la Generalitat no tenía una contabilidad diferenciada. En ese periodo inicial, la mercantil reconoce unos gastos generales de 248 millones que, en su mayoría, se invirtieron en el complejo de Benidorm. El dinero destinado a la Ciudad de la Luz se acerca a casi 400. Al aeropuerto de Castellón se ha dedicado, a mucha distancia, una cantidad próxima a los 77 millones, unos 13.000 millones de las antiguas pesetas. En el patrocinio de eventos, la Generalitat se gastó los citados 139 millones, de los que más de la mitad se los llevó la Fórmula 1 en València y otra gran parte se han desembolsado para la organización de la Volvo Ocean Race en Alicante.

De todo ese enorme volumen de dinero «enterrado» en infraestructuras o eventos de ocio tan sólo figuran como activo en los balances un total de 519 millones, menos de la mitad de los fondos. De esa cantidad, 86 millones corresponden a los terrenos ubicados en el entorno de Terra Mítica y en la Ciudad de la Luz, otros 144 millones son el valor de inmuebles y construcciones y 71 millones es la tasación de otras instalaciones. Esa cantidad se completa con 217 millones de aportación en sociedades participadas: 165 millones a la Ciudad de la Luz y 51,6 millones en el aeropuerto de Castellón. Es muy probable que el «agujero» sea todavía mayor: ni los terrenos ni las construcciones tienen ya ese valor; ni tampoco las acciones de esas empresas participadas. Pero, al cierre del ejercicio de 2015, esa era la pérdida patrimonial que figuraba en el balance, cuya actualización será uno de los retos que deberá afrontar Proyectos Temáticos para continuar con su actividad.

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