La II Asamblea Ciudadana Valenciana que Podemos celebrará mañana en el Polideportivo del Cabanyal arrancará con polémica. No por las discrepancias internas entre las tres candidaturas, acrecentadas durante los últimos días con motivo de la campaña de las primarias. Tampoco porque en esos debates se hayan caldeado los ánimos y se hayan escuchado incluso palabras malsonantes. No. Las tensiones se han acrecentado porque el comité técnico de la asamblea -es decir, el equipo de trabajo que se ha encargado de la organización del cónclave- ha detectado tres posibles incompatibilidades en sendos aspirantes de la candidatura de Pilar Lima.
La senadora representa la llamada corriente «oficialista» y se ha rodeado de dirigentes afines a Pablo Iglesias. Entre los nombres que la acompañan en su carrera hacia la secretaría general del partido en la Comunidad no figura ningún diputado autonómico y sí inscritos muy próximos a la dirección nacional. Entre ellos, la parlamentaria de Unidos Podemos en el Congreso por Alicante Rita Bosaho.
El problema radica, según ha tenido constancia este diario, en que tres personas de esa lista incumplen presuntamente el reglamento de incompatibilidades de la formación morada: Pau Vivas, María Luisa Saavedra y Esther Sanz. La comisión técnica ya ha puesto estos hechos en conocimiento de la dirección autonómica del partido y ésta, a través de la secretaria de Organización, Sonia Salvador, los ha trasladado a la Comisión de Garantías Democráticas a nivel nacional. Ésta, sin embargo, todavía no ha ofrecido una respuesta, según los datos recabados por este diario.
Ante la inminencia de la asamblea -comienza mañana a partir de las 10 horas-, la federación valenciana de Podemos se ha visto obligada a remitir hasta tres comunicaciones oficiales a Madrid para que se pronuncie cuanto antes: o bien que confirme esas supuestas incompatibilidades o bien que las niegue. Pero el órgano estatal que ha de garantizar que el funcionamiento del partido se ajuste a los principios de democracia, transparencia, justicia y participación igualitaria de todas las personas, como recoge en su página web, aún no ha respondido.
Pero, ¿cuáles son esas incompatibilidades? Según la comisión técnica, Pau Vivas y Esther Sanz incumplen dos artículos del reglamento. El primero, el 6.a, que reza así: «Tengan en la actualidad o en un pasado reciente cargos directivos o relevantes en otras organizaciones políticas, coaligadas o no con Podemos, cuyos afiliados pudieran alterar de manera fraudulenta el desarrollo de las primarias». Y el segundo, el 6.c. «Se presenten o se hayan presentado en un pasado reciente en las candidaturas de otras organizaciones políticas en aquellos procesos electorales en los que participa Podemos como organización, o llegaran a participar en las primarias de dichas organizaciones», se detalla.
De acuerdo con la comisión técnica, tanto Vivas como Sanz han tenido un pasado reciente en Esquerra Unida (EU). El primero ha participado en mítines como coordinador de Joves de EUPV, mientras la segunda también ha formado parte de la formación de izquierdas. Ahora, no obstante, forma parte del círculo próximo de Pablo Iglesias y desde el pasado mes de febrero está integrada en el Consejo Ciudadano Estatal.
María Luisa Saavedra, por su lado, incumple supuestamente el artículo 6.c. y también el 6. b. Este último explicita: «Hagan o hayan hecho en un pasado reciente campaña contra Podemos o contra la candidatura en la que participe, pidiendo o no el voto para otra opción política, o mantengan una postura contraria a Podemos como partido o contra sus aspectos institucionales fundamentales, su existencia o su utilidad, y a aquellas que -sin perjuicio de la legítima crítica política- hayan participado activamente en campañas de descrédito de sus portavoces o contra la acción política del partido como organización».
Saavedra, según el comité, formó parte de la candidatura de Esquerra Unida en las elecciones municipales de 2015 en Betxí (València).
