Refugiada entre los populares de Alicante ante la guerra declarada en la formación de València por el control del aparato. Isabel Bonig, líder del PPCV, quiso estar ayer en la provincia para dejar claro que ve con buenos ojos la bicefalia instaurada en el aparato alicantino, con José Císcar a punto de ser revalidado como presidente de la organización y César Sánchez al frente de la Diputación de Alicante. Un reparto de papeles ya consolidado de facto y que se consagrará de forma definitiva en el congreso provincial, que se celebrará el 27 de mayo en Torrevieja.

La excusa era una reunión de trabajo entre alcaldes, portavoces y diputados populares para analizar la «falta» de inversiones del Consell en el territorio alicantino. Una cita que evidenció lo cómoda que Isabel Bonig se encuentra entre los populares de Alicante, la agrupación con más peso y apenas 48 horas después de la reelección de Císcar. Y, de paso, la líder del PP aprovechó la coyuntura para lanzar un mensaje directo a València. «La votación de Císcar ha sido un ejemplo de unidad y calma», valoró la máxima dirigente popular en la Comunidad. No hay que olvidar la guerra declarada en València por el control del aparato. De hecho, la propia Isabel Bonig hizo mención a la batalla en la formación valenciana al instar al candidato a la reelección como presidente del PP de la provincia de Valencia, Vicente Betoret, a definir qué modelo de elección «le gusta» para el próximo Congreso y ha incidido en que «las partes tendrán que llegar a un acuerdo».

Nada que ver con el escenario de calma y tranquilidad que se respira en la formación alicantina, donde José Císcar ha podido revalidar entre la indiferencia de una militancia pasota pero sin ningún contrincante su mandato en el PP para los próximos años. Así se autoproclamará en algo más de tres semanas en el congreso provincial de Torreviaja mientras que en los populares de la ciudad del Turia siguen sin acuerdo ni fecha para asistir a su recomposición.