Versión del PP: No hay discriminación en la acción que el Gobierno de Mariano Rajoy despliega contra la provincia y la Comunidad en los presupuestos para 2017. Ni un gramo de autocrítica o de ataque a Madrid. Lejos de ello, entienden, la culpa es de la Generalitat, que hasta el próximo mes de octubre, sin embargo, ni siquiera presentará sus cuentas para el próximo año. Plegados a Génova y después de dar bandazos -ahora digo una cosa y mañana la contraria-, los populares de Alicante cumplirán con su anuncio de llevar la batalla sobre el cupo de inversiones en las comarcas alicantinas a todos los plenos municipales. Pero, sin embargo, la cúpula popular indulta a Rajoy para, por contra, cargar con toda dureza contra el Consell en una estrategia que supone redoblar la presión a Valencia con el reparto de inversiones y el discurso para frenar el decreto de plurilingüismo como principales estiletes.

El objetivo, como reconocen los populares en un comunicado en el que evitan cualquier ataque al gobierno de Rajoy, es que «sean los municipios, los más afectados, los que le pidan responsabilidades a Ximo Puig y Mónica Oltra». Conforme a la versión del PP, los datos avalarían su queja: a la provincia de Alicante le corresponden en las cuentas autonómicas del presente ejercicio 53,5 millones en inversiones directas, casi un 17% menos de lo que le correspondería por población y Producto Interior Bruto (PIB). «Vamos a ver si los portavoces del PSPV y de Compromís en los municipios son capaces de defender a sus jefes en unos presupuestos que condenan a las localidades durante todo el ejercicio», retaron los populares a la izquierda.

La provincia de Alicante, subrayaron de acuerdo con los números del PP, «sólo recibe el 31,9% de las inversiones de la Generalitat, lo que supone 4,9 euros menos per cápita de lo que le corresponde». «Es incongruente que pidan que el criterio de población valga para los Presupuestos Generales del Estado, pero no para los de la Generalitat», en lo que consideran los populares como «una doble vara de medir del PSPV y de Compromís». De los presupuestos del Estado para 2017, sin embargo, no dicen ni pío, cuando recortan un 33% la inversión en el conjunto de la Comunidad y meten la tijera a la mitad en la provincia. Alicante es una de las provincias que sufren un mayor recorte y continúa a la cola de la inversión por habitante del Gobierno, que tiene las principales competencias en infraestructuras.

Las cuentas de la Generalitat se aprobaron hace ahora casi seis meses con la oposición del PP pero sin ningún tipo de movilización. Ahora, pasado el tiempo, los populares necesitan tapar la gestión de Rajoy, que alarga una etapa de discriminación en la distribución de fondos con un déficit inversor en los últimos cuatro años cercano a los 3.000 millones. «Este Consell tiene que reconocer el peso y la importancia de Alicante en la Comunidad Valenciana», apunta la cúpula popular en una estrategia que ayer reforzó José Císcar durante un acto en Crevillent en el que volvió a atacar el decreto de plurilingüismo y en el que para defender la llegada de agua desempolvó una vieja y polémica denominación: el sureste.