La Generalitat Valenciana va a intentar mantener abiertos todos los puentes de diálogo con Cataluña en plena escalada soberanista y a las puertas, incluso, de la posibilidad de que se acabe convocando una consulta sobre la independencia. El jefe del Consell, Ximo Puig, mantuvo ayer un encuentro en Barcelona con su homólogo catalán, Carles Puigdemont, que tenía como objetivo seguir disponiendo de una interlocución directa con el principal socio comercial y económico de la Comunidad además de un actor fundamental en un proyecto estratégico y clave como es el Corredor Mediterráneo. Puig se ha convertido casi en el único responsable institucional que mantiene una relación fluida con Puigdemont. Ambos dirigentes ya se han reunido en varias ocasiones tanto en València como en Barcelona. El jefe del Consell siempre ha defendido, desde su tesis federalista, la necesidad de llegar a un gran pacto para garantizar la convivencia y poner fin al «choque de trenes» que se avecina entre Cataluña y España escuchando en cualquier caso la posición de los soberanistas.
El encuentro, que no estaba previsto en la agenda de ninguno de los dos presidentes, se produjo merced a la visita que Ximo Puig giró a la Ciudad Condal para asistir, junto a otros dirigentes socialistas, a un homenaje a la figura de la exministra Carme Chacón. De camino, el jefe del Consell telefoneó a Puigdemont para comunicarle que se encontraba camino de Barcelona, a lo que el presidente catalán respondió invitándole a un café en el Palau de la Plaça de Sant Jaume. No hubo comunicado oficial por ninguna de las dos partes. Desde la Generalitat Valenciana se limitaron a calificar el encuentro como una cita de «cortesía» y con «carácter informal» dentro de la buena relación que mantienen ambos ejecutivos. La reunión duró alrededor de 30 minutos y desde el gobierno valenciano lo enmarcaron en la «normalidad institucional entre los dos ejecutivos autonómicos».
Al presidente Puig le preocupa la escalada de tensión que se vive en Cataluña. El jefe del Consell considera que la relación con la comunidad vecina es clave por los lazos comerciales, culturales y de comunicación a través de proyectos como el Corredor Mediterráneo que existen entre los dos territorios. A pesar de ello, en estos momentos, la Generalitat Valenciana es consciente de que el ejecutivo catalán con Carles Puigdemont camina hacia la convocatoria de un referéndum de independencia o, en su defecto, a un adelant0 electoral en el que, en principio, el actual presidente de Cataluña y antiguo alcalde de Girona no se presentaría a la reelección.
La posición del Gobierno Valenciano, en esta tesitura, es la de intentar mantener por todos los medios una vía de interlocución. Y, llegado el caso, incluso, facilitar el camino de la intermediación para tratar de resolver un problema que, en todo caso, admiten, está muy enquistado y tiene difícil arreglo por las dificultades de La Moncloa para avanzar en un proceso de negociación y por la distancia con las tesis soberanistas.
