La Diputación de Alicante destinará parte del remanente de tesorería del año pasado a ayudas para los municipios de la provincia que más sufrieron los daños del temporal. La institución provincial ultima un plan de obras financieramente sostenibles -es decir, aquellas obras que no requieren de una inversión constante para su mantenimiento- por valor de 14 millones de euros y a partir del cual se establecerá una cantidad económica fija a la que tendrá derecho cada municipio solicitante en función de su número de habitantes. Ahora bien. Los ayuntamientos deberán justificar con el correspondiente certificado municipal que la inversión solicitada va destinada a la reparación de infraestructuras afectadas por los últimos temporales, que destrozaron principalmente caminos rurales, patrimonio histórico o cementerios en comarcas como la Vega Baja o las Marinas.
Este plan especial contra los daños del temporal prevé llevarse al pleno ordinario de mayo, justo después de que el Consell haya aprobado el decreto del Fondo de Cooperación Municipal que prevé el reparto de 13,7 millones de euros en la provincia de Alicante y al que se negó a sumarse la institución provincial pese a que sí se sumaron al mismo las diputaciones de Valencia y Castellón.
Con esta convocatoria de ayudas financieramente sostenibles el gobierno de la Diputación que dirige el popular César Sánchez busca contrarrestar esa negativa al Fondo de Cooperación autonómico y lanzar un plan de ayudas propio por similar valor. César Sánchez concreta en 13,7 millones las subvenciones, aunque otras fuentes de su entorno hablan de ayudas por 14 millones de euros. El programa de subvenciones de la institución alicantina contrarresta así también el modelo del Fondo de Cooperación del Consell, al que pone en cuestión por tratarse de un dinero «que no se sabe bien dónde va» al ser de inversión libre, según señaló recientemente César Sánchez en una entrevista concedida a este diario.
En el movimiento de Sánchez respecto a estas ayudas subyace el mensaje de que la Diputación de Alicante convoca subvenciones para los puelbos que sí se sabe dónde van ya que tienen un claro destinatario (municipios afectados) y un claro fin (obras derivadas de los daños del temporal). De nuevo, el autoproclamado gobierno provincial intenta ser contrapeso de las políticas del Consell. En el caso del Fondo de Cooperación autonómico, tanto César Sánchez como el vicepresidente y portavoz del equipo de gobierno de la institución, Carlos Castillo, han recalcado constantemente no solo la imposibilidad de sumarse al mismo por cuestiones presupuestarias, sino por razones de rechazo a un plan de ayudas que busca el cincuenta por ciento de su aportación en otras instituciones como las diputaciones.
La bronca política por el Fondo de Cooperación se ha estirado hasta hace solo unos días tras rechazar la Diputación formar parte del fondo a través de la propuesta que realizó recientemente el presidente de la Generalitat, Ximo Puig: adelantar el dinero a la institución provincial a través del Instituto Valenciano de Fianzas (IVF) para su devolución sin intereses.
Criterio por población
Las ayudas sostenibles de la Diputación se concederán basándose en el número de habitantes de cada municipio solicitante. Para ello se establecerá una cantidad fija a la que tendrán derecho las localidades en función de su población. Fuentes de Presidencia explicaron que no podrán ser objeto de subvención tanto las inversiones que tengan una vida útil menor a cinco años así como las relativas a la adquisición de mobiliario, enseres o vehículos. Quedarán excluidas de la convocatoria las obras de reparación simple, conservación, mantenimiento y demolición.
César Sánchez tendrá que negociar ahora este plan con la oposición, que el año pasado respaldó de forma unánime los 31 millones que en total se destinaron al Plan de Obras Financieramente Sostenibles elaborado con el remanente de tesorería. Pero no parece que vaya a encontrar muchos rechazos para su aprobación. El PSPV ya solicitó una junta de portavoces específica, respaldada por Compromís, para abordar los daños de las lluvias y que se llevó a cabo a finales de enero. De ahí salió el compromiso del equipo de gobierno, liderado por Sánchez, de crear una línea de ayudas de este tipo a la que ahora la Diputación ha dotado de nombre y cuantía: la misma que no ha puesto para asumir su parte en el Fondo de Cooperación del Consell para libre inversión.
