Desembarco de la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, en la Comunidad Valenciana dentro de la pugna por liderar el PSOE. La candidata a hacerse con el mando de Ferraz celebrará varios actos en la Comunidad Valenciana los días 21 y 22 de abril, de acuerdo con la información confirmada por fuentes socialistas. Concretamente, Susana Díaz estará el viernes por la tarde de la próxima semana en Xàtiva, donde celebrará un mitin, probablemente en la Casa de la Cultura, aunque el espacio todavía está por confirmar, ya que podría ser al aire libre. Asimismo, está previsto que previamente, esa misma tarde, la presidenta inaugure, en un acto institucional, la Casa de Andalucía de la localidad valenciana de Ontinyent, de la que es alcalde el presidente de la Diputación de Valencia, Jorge Rodríguez. Al día siguiente, sábado 22 de abril, la candidata a las primarias socialistas se desplazará a Elche, donde celebrará una mitin con militantes a las 12 del mediodía. Serán los primeros actos de campaña de Susana Díaz en la Comunidad.

Los otros dos candidatos ya han pasado por tierras valencianas. Pedro Sánchez, el principal rival de la dirigente andaluza por el mando del PSOE, ya ha protagonizado dos convocatorias en la provincia de València, feudo del diputado José Luis Ábalos, uno de sus grandes apoyos en este proceso. Sánchez, sin embargo, que ha perdido en este envite, entre otros, al alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, aún no se ha estrenado en la provincia. Los «sanchistas» todavía no han podido organizar un acto con el exsecretario general en Alicante. Sí estuvo en la Vega Baja Patxi López, el dirigente vasco que opera como el tercero en discordia de esta pugna por el control del aparato del PSOE.

La batalla por el mando de Ferraz tendrá, sin duda, un impacto directo en la estabilidad del PSPV. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha decidido alinearse con Susana Díaz. Eso le obliga a poner toda la carne en el asador para lograr la victoria en la Comunidad en el proceso de primarias convocado para el 21 de mayo. De lo contrario, sin duda, se interpretaría como un signo de debilidad de Puig para el congreso del PSPV.