El Ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, aseguró ayer que el Gobierno no ha podido invertir en la Comunidad más de lo que se contemplan en los presupuestos para 2017 debido a la situación administrativa de muchos proyectos, y anunció «dotaciones más altas» en 2018. De la Serna hizo estas declaraciones en la sede Delegación del Gobierno de València, tras entrevistarse con el presidente Ximo Puig en el Palau de la Generalitat y visitar las obras de la autovía A-38 entre Cullera y Favara. «Entiendo perfectamente las sensaciones de cada territorio, pero esta región no es la única con quejas sobre las inversiones», afirmó De la Serna, quien insistió en que «si pudiésemos ejecutar 500 millones en el Corredor Mediterráneo lo haríamos, pero no son técnicamente posibles obra por más de 200».

De la Serna explicó que los planes de inversión se realizan en base a los criterios de «vertebración y cohesión territorial, no por cuotas, que generarían desigualdad» y se mostró convencido de que tampoco los próximos presupuestos, en los que ha comprometido más gasto para la Comunidad, «serán suficientes para ninguna región». Por su parte, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, le devolverá el próximo 27 de abril en Madrid la visita el ministro De la Serna para abordar las necesidades de infraestructuras en la Comunidad Valenciana tras unos presupuestos generales del Estado (PGE) que el jefe del Consell desea que «vuelvan a los corrales» porque sitúan a la región «en el peor escenario» en inversión. El jefe del Consell le reclamó un total de 600 millones de euros en inversión pero, en principio, no parece que las exigencias de la Generalitat, a la cola en la inversión por habitante y también en las clasificaciones por provincias, vayan a ser atendidas.

En una comparecencia ante los medios tras la reunión con el ministro, Ximo Puig calificó el encuentro de «amable» y ratificó que ha solicitado una reunión con el propio presidente, Mariano Rajoy, ante las cuentas planteadas para este ejercicio. «Ha mandado al ministro para darnos su explicación y preparar la previsible reunión con Rajoy durante las próximas semanas», explicó el presidente valenciano, que defendió, en todo caso, que el diálogo «no es síntoma de debilidad». Según remarcó Puig, el Gobierno valenciano fue claro con el ministro planteándole que la Comunidad no puede seguir con ese «cóctel nefasto» que integran la infrafinanciación y la infrainversión porque está provocando «pérdidas en la economía valenciana» de medio punto en el último año en una economía con un motor autonómico «gripado por la falta de financiación y la deuda» y uno estatal que «discrimina» a la región.

Ximo Puig planteó al ministro la pérdida de poder adquisitivo de la Comunidad respecto a la media nacional y expuso una posición que es «difícilmente contestable» por parte del Ejecutivo central. Ante las reivindicaciones y tirando del argumentario del PP, el ministro detalló que este es un presupuesto para un plazo corto de tiempo y habrá que dialogar de cara a las cuentas de 2018. Esta reunión, además, ha servido para preparar el encuentro del día 27, en el que se replantearán las infraestructuras clave para la Comunidad o convenios que no se están cumpliendo como el de los trenes de Cercanías. Preguntado sobre si se ha arrancado algún compromiso por parte del ministro, explicó que este pasa por «intentar que proyectos que están en marcha o presupuestados», que se encuentran «eternamente atascados» gocen de mayor agilidad y se destinen a ellos mayores recursos para que avancen. Algunos, remarcó Puig, como la conexión con AVE entre Valencia y Alicante van «a paso de tortuga». El jefe del Consell insistió en que llas cuentas no le gustan y dejó claro que votarán en contra en el Congreso.