La estabilidad del proyecto socialista está en juego en unas primarias en las que Ximo Puig ha decidido alinearse con Susana Díaz, presidenta de Andalucía, frente a Pedro Sánchez. El líder del PSPV, que optará a un segundo mandato al frente del partido en la Comunidad en el congreso que se celebrará con total probabilidad a finales de julio en la provincia de Alicante, explica los movitos que le han llevado a tomar partido de forma tan clara, defiende que su prioridad absoluta es el gobierno de la Generalitat y asegura que, pase lo que pase en Ferraz, quiere liderar un PSPV capaz de integrar a todas las sensibilidades, como ha hecho desde que asumió el control del partido hace ahora justo un lustro.

¿Por qué Susana Díaz?

(Silencio) Me pienso la respuesta porque usted sabe que mi gran prioridad es el gobierno de la Generalitat Valenciana. Está por encima de todo. Y, por tanto, yo las decisiones que tomo son pensando en lo que creo que es mejor para la Comunidad. Otra cosa es que me equivoque. Que me puedo equivocar. Nosotros hemos establecido con Andalucía alianzas importantes en materia de financiación autonómica y también en la declaración de Granada sobre el proyecto federal de España. Y en eso, desde luego, considero que hemos avanzado...

¿Pero estamos hablando de un proceso interno del PSOE?

Es verdad. Y en esta contienda interna, en mi opinión, Susana Díaz puede generar más estabilidad y mayor fortaleza para el proyecto. A mí, sobre todo, me preocupa el qué. Y eso significa que debemos construir un partido socialista que sea alternativa real de gobierno. Y eso lo garantiza más Susana Díaz. Debe ser un proyecto que conecte con la renovación de la socialdemocracia europea.

Habla usted de que sus decisiones siempre son pensando en la Comunidad. Se ha alineado con los que defendían una abstención que, de facto, facilitaba el gobierno al PP. ¿Era la mejor salida viendo como se ha portado Rajoy en los presupuestos?

Era peor decisión ir a unas terceras elecciones. No se trataba de hacer presidente a Mariano Rajoy. A Rajoy lo hicieron presidente los ciudadanos, que votaron al PP más que a nosotros. Y lo hicieron también presidente aquellos que no optaron por tomar otra decisión. El PSOE propuso un acuerdo que, al final, no fue posible. Yo no quiero denigrar a nadie. Pero lo que no quiero es que nos denigren a nosotros. No fue posible un gobierno alternativo. Y si no era posible pues no lo era. No me vale decir eso de no pasaba nada. En estos momentos, para los ciudadanos ha sido beneficioso evitar unas terceras elecciones, especialmente, para los que menos tienen. Sólo la subida del salario mínimo y algunas medidas contra la pobreza energética son suficientes, en mi opinión, para trasladar que la política está pensada para atender los intereses de los ciudadanos y no los de los políticos. A partir de ahí hay una evidencia: el PSOE es la oposición al Gobierno de Rajoy.

Usted tiene en la Comunidad un pacto de izquierdas y Susana Díaz se apoya en Cs. Hace unos días, la dirigente andaluza tuvo un encuentro con el presidente de Aragón, Javier Lambán, para un proyecto que cuestiona el Corredor Mediterráneo. Y tampoco sabemos si Andalucía le va a ayudar con la financiación. ¿Cómo cuadra todo eso con la posición que ha tomado en el PSOE?

Andalucía nos está ayudando muchísimo con la reforma de la financiación autonómica. Y gran parte de su posición está enmarcada dentro de la nuestra. Es un trabajo que llevamos haciendo desde hace muchos meses...

Y en las diferencias sobre las alianzas de gobierno o el Corredor Mediterráneo...

Le voy a explicar. Sobre los pactos: ¿Quién no quiere un pacto de izquierdas en Andalucía? Esa es la pregunta. Susana Díaz estuvo reunida previamente con Podemos y, finalmente con toda legitimidad, decidieron no apoyarla. No tengo nada que decir. Respeto las decisiones de todos. Ese desencuentro no es generalizado en toda España. Ella gobernó con Izquierda Unida. Mi posición en la Comunidad es conocida. Yo quise formalizar un acuerdo en las elecciones al Senado con Compromís y Podemos que, ahora mismo, hubiera sido muy importante para nuestra posición en Madrid. Lo vetó Pedro Sánchez. Y eso era bueno para nuestra Comunidad.

Insisto: ¿Y con la cuestión del Corredor Mediterráneo?

Yo estuve reunido con Susana Díaz en Almería y firmamos un documento en defensa del Corredor Mediterráneo. Vino aquí al Palau de la Generalitat y dijo, de forma pública, que la infraestructura más importante para España era el Corredor. Ciertamente, cada comunidad autónoma tiene sus propios intereses. Es verdad que Andalucía tiene una horizontalidad geográfica y nosotros tenemos un territorio vertical. Por eso ellos buscan la conexión de todo su territorio. Pero el Corredor Mediterráneo, lo diga el que lo diga, es por el litoral.

Usted le ha dicho todo eso a Susana Díaz. ¿Lo tiene claro la presidenta andaluza? ¿Por qué se reúne entonces con Aragón para el Corredor Central?

Sí. Se lo he dicho. Pero de lo que hablaron Susana Díaz y Javier Lambán (presidente de Aragón) es de que ellos también aspiran a tener un corredor que vaya desde Sevilla a Aragón por Madrid...

¿Y eso no sería incompatible?

No sería incompatible una infraestructura con otra. Pero eso no es el Corredor Mediterráneo. También lo digo claramente... El Corredor Mediterráneo es por el litoral y al que más perjudica, desde luego, es al que está más hacia el sur. A las que más perjudica es a las provincias de Málaga y a Almería, especialmente, por la cuestión de la exportación.

¿Pase lo que pase en el PSOE, si no hay una victoria contundente de ninguno de los candidatos, no se acabará resolviendo el problema que arrastran?

El PSOE tiene un problema pero creo que no es ese...

¿Cuál es entonces?

No tenemos el problema de esa fractura de la que usted habla. El problema es que nuestro partido tiene que reiniciarse para recuperar esa capacidad de conexión con amplias capas de clases medias y trabajadores que por la crisis, fundamentalmente, pero también por errores en nuestra gestión se han separado de nosotros.

¿Y qué ocurriría si acaba ganando Pedro Sánchez?

(Nuevo silencio) Pues si los militantes socialistas deciden que gane Pedro Sánchez en una elección democrática, desde luego, será el secretario general.

¿Y no cree que con estas dos visiones tan contrapuestas de lo que debe ser el PSOE, incluso, haya un riesgo de escisión?

No veo que haya ningún riesgo de escisión en este proceso. Yo lo que decidan los militantes, desde luego, lo respeto absolutamente.

¿Tomar posición de forma tan clara por Susana Díaz es un riesgo? ¿Se juega la estabilidad del PSPV en función del resultado?

Dependerá de si después me votan o no en el congreso que debe elegir al secretario general del PSPV y a la nueva ejecutiva...

¿Pero no sale usted debilitado dentro del partido si en la federación socialista valenciana acabara ganando Pedro Sánchez?

Puede haber múltiples interpretaciones de lo que ocurra.

Toda la gente que está con usted y la mayoría de los cargos públicos de la Generalitat están poniendo toda la carne en el asador para que gane Susana Díaz esas primarias en el PSOE...

No todos. En estos últimos años, creo, hemos configurado una imagen del socialismo valenciano absolutamente inclusiva. Y eso nadie lo puede poner en duda. Una visión en la que todo el mundo ha podido participar en la organización. Eso, además, es lo que yo pienso continuar haciendo en el futuro. Pase lo que pase en las primarias del PSOE. Pero es evidente que yo tengo muy claro qué es lo mejor para los socialistas y también para la Comunidad.

Usted ya anunció en su día, de hecho, que aspirará a un segundo mandato al frente del PSPV...

Sí. En estos momentos, creo que unir el liderazgo institucional y el orgánico es lo más razonable. Cuando un partido está en el gobierno, lo más importante, sin duda, es la gestión. Gobernar lo mejor posible siempre pensando en el bien de los ciudadanos. Y para eso tienes que contar con un partido lo más sólido posible.

¿Y cree también, ahora que los socialistas valencianos vuelven a tener aunque sea en coalición muchos alcaldes, que el liderazgo institucional se debe unir al del partido cuando se renueven las agrupaciones locales?

Hay muchos ámbitos en los que, probablemente, no tenga que ser así. No estoy diciendo que, en todos los casos y de forma automática, deban unirse cargos...

Pero en la cúpula de la dirección nacional del PSPV, sin embargo, sí cree que debe unirse...

En el caso del PSPV es muy importante. Estamos en un gobierno de coalición y lo que sería ya complicar mucho las cosas, sería tener en un momento determinado demasiadas voces diferentes en el Consell y a la vez en el partido.

¿Qué piensa, por cierto, de cómo funcionan ayuntamientos que gobiernan en coalición y singularmente el funcionamiento en la ciudad de Alicante?

Yo soy muy respetuoso...

Lo digo por claras situaciones de enfrentamiento en los gobiernos como en Alicante...

A mí no me gustan las situaciones de enfrentamiento. Pero desde luego cada ayuntamiento tiene su dinámica y su autonomía. Se han aprobado los presupuestos y creo que tenemos que dejar un poco de tiempo para evaluar la situación. Tenemos, desde luego, una buena voluntad de colaboración con el Ayuntamiento de Alicante.