La presidenta regional del PP quiso ganarse ayer el «cariño» de los miembros de Nuevas Generaciones con un multitudinario acto en la ciudad de València. Bonig remarcó que la gestión pública requiere «serenidad, prudencia, formación y valentía, por eso era una obsesión que el partido tuviese una escuela de formación», al tiempo que incidió en que es «fundamental que haya buena gente formando y contar con una dotación económica para ello».