Marcha atrás en toda regla. Lo que a principios de semana se consideraba «insuficiente» se tornó ayer en loas hacia el «esfuerzo» inversor del Gobierno. Las direcciones regional y provincial del PP justificaron ayer el tijeretazo que ha asestado el Ejecutivo central a las inversiones en la Comunidad y aplaudieron los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017. Pese a los recortes tanto a nivel autonómico como provincial, y pese a que la Comunidad es la última región española en inversión per cápita inversión per cápita, el PP valenciano defendió ayer el proyecto de las cuentas. Lo hizo escasas 24 horas después de que Génova les pusiera firmes -el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, se revolvió contra las críticas de Bonig- y desde varios frentes. El primero, desde València.

La recién reelegida vicesecretaria general del PPCV Elena Bastidas -la número tres en el escalafón tras Bonig y Eva Ortiz- emitió un comunicado de prensa en el que elogió que las cuentas del actual ejercicio «contemplan las grandes infraestructuras que necesita la Comunidad y mejoran notablemente la financiación que recibimos del Estado». Estas palabras contrastan sobremanera con la declaración institucional que acordaron las Cortes por unanimidad el pasado miércoles -con la firma incluida de Bonig-, en la que se explicitaba que la Cámara autonómica «no puede sino manifestar su más absoluto rechazado a las inversiones territorializadas que contempla el proyecto de presupuestos para 2017».

Lejos de ratificar ese texto, Bastidas lo enmendó. «Se trata de unos presupuestos de transición, pero son los presupuestos que necesita el país en este momento. Son unas cuentas que fortalecen la cohesión social, ya que el gasto social supone casi el 56% del presupuesto, aumentando un 1,7% respecto a 2016, y contemplan la mayor oferta de empleo público de la democracia», apostilló.

En términos similares se postuló la diputada del PP por Alicante en el Congreso Loreto Cascales. Al igual que Bastidas, emitió una nota de prensa elogiando las cuentas y eludiendo cualquier atisbo de crítica. «Los presupuestos se centran en las necesidades de los alicantinos. Son unas cuentas sociales, pensadas para que nadie se quede fuera de una recuperación económica que ha llegado y que los próximos años alcanzará a todos los ciudadanos», proclamó. La dirigente de Santa Pola fue un paso más allá, sentenció que «no son ningún castigo para los alicantinos» y puntualizó que «con números, Alicante se encuentra por inversión un 11,54% por encima de la media nacional por provincia».

En declaraciones a este diario, el presidente del partido en Alicante y precandidato a revalidar el cargo, José Císcar, quiso poner en valor que las cuentas «recogen más fondos para los servicios públicos importantes: sanidad y educación», pero sí reiteró que Alicante «merece más».

El propio Gobierno central también quiso salir ayer al paso de las críticas. Su portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, enmarcó dentro de la «normalidad» las quejas de algunos dirigentes de comunidades autónomas, entre ellas la valenciana, contra la previsión de inversiones recogidas en el proyecto de los presupuestos, pero les recordó que recibirán un aumento de su financiación de hasta 5.386 millones de euros.

Por su parte, el PP de Castellón también elogió las cuentas estatales y cifró en 6.000 los puestos de trabajo que se podrán crear gracias al proyecto de presupuestos. El rapapolvo de Génova surte efecto.