El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, buscará el consenso con todas las fuerzas políticas valencianas con el objetivo de enmendar los Presupuestos Generales del Estado para que recojan, al menos, 600 millones más en inversiones para la Comunidad Valenciana. Con ello se garantizaría que este año las inversiones estatales fueran acordes al peso poblacional de la Comunidad, un acuerdo «mínimo» que Puig confía alcanzar con los partidos, aunque no renuncia a «la deuda histórica» en esta materia. El presidente ha pedido también una entrevista urgente al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por la situación generada en esta autonomía con los presupuestos, «pero también con los de años anteriores, que produce una profunda desafección de la Comunidad respecto del Gobierno».

Tras reunirse con la consellera de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, María José Salvador, Puig afirmó que emprenderán «todas las medidas que generen consenso para lograr un trato justo con esta tierra», aunque indicó que su acción será «siempre democrática».«No vamos a inventar ningún tipo de confrontación artificial», dijo. Para Puig, los presupuestos para 2017 son «la gota que colma el vaso» y constatan «el maltrato evidente por parte de los sucesivos gobiernos de Mariano Rajoy, no solo en las cuentas sino también en ejecución, que en general nunca ha pasado del 50% y en 2016 se prevé que no supere el 30%». Por ello, después de que las Cortes mostraran unanimidad para rechazar los Presupuestos estatales e instaran al Consell a actuar, Puig anunció que hablará con todos los grupos parlamentarios para dar respuesta a las reivindicaciones de los valencianos.

La consellera, por su parte, denunció que las cuentas sitúan a la Comunidad en «los peores años de la crisis» y criticó que los tramos valencianos del Corredor Mediterráneo reciban 189 millones, mientras el eje central llega a los 1.364 millones. «Las prioridades para el Gobierno están muy claras y marginan a la Comunidad», remarcó.