La deuda pública de la Comunidad cerró el ejercicio de 2016, el primero completo de gestión del gobierno de Ximo Puig y Mónica Oltra, con una cifra récord de 44.658 millones de euros, a punto de superar los siete billones y medio de las antiguas pesetas. El volumen de los «números rojos» con los bancos representa un 42,5% del PIB, más de un punto por encima del año anterior y el porcentaje más alto del conjunto de las comunidades autónomas del Estado. El endeudamiento del conjunto de las Administraciones Públicas ascendió a finales de 2016 a 1.106.952 millones de euros y representó el 99,4% del PIB, de forma que cumple exactamente con el objetivo fijado por el Gobierno, según los datos publicados ayer por el propio Banco de España.

La evolución de la deuda de la Comunidad en el último trimestre de 2016 fue muy negativa. Volvió a incrementarse a ritmo de récord cuando, es cierto, se había moderado durante el arranque de la gestión del gobierno de Ximo Puig y Mónica Oltra. Creció, durante los tres últimos meses del pasado ejercicio y de acuerdo a las tablas del Banco de España, en 1.464 millones, a razón de 16,2 millones diarios hasta colocarse en un tope que, hasta ahora, nunca se había alcanzado. Fue la Comunidad en la que, durante ese periodo, más subió la deuda en valores absolutos por encima, incluso, de otras autonomías que también tienen una situación financiera muy delicada como es el caso de Cataluña, Madrid o Andalucía.

Durante el conjunto del año 2016, la deuda creció en 2.660 millones. ¿Motivos? La falta de financiación -la Comunidad reclama una aportación extra anual de 1.300 millones- y, como consecuencia de eso, la obligación que tiene el Consell de acudir al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) para poder mantener su volumen de gestión. Es un sistema que fuerza a la Comunidad a recurrir a préstamos avalados por el Ministerio de Hacienda para poder disponer del dinero suficiente para cubrir Sanidad, Educación y la Política Social. Como el Gobierno de Madrid mantiene bloqueada la reforma de la financiación autonómica, el Consell se ha visto necesitado a tener que pedir de nuevo la adhesión al rescate para disponer de la liquidez suficiente en 2017.

Para el conseller de Hacienda, Vicent Soler, el Gobierno central «tiene fácil resolver la deuda histórica» con la Comunidad -una cifra que superaría los 15.000 millones- porque «el 76% está en sus manos», según esos mismos datos que ha publicado el Banco de España. De un volumen de endeudamiento de 44.658 millones, un total de 34.224 millones provienen de los fondos recibidos a través del Fondo de Liquidez Autonómica. Al respecto, Soler explicó que tenemos «una dependencia del rescate como consecuencia directa de la infrafinanciación que padecemos». El conseller de Hacienda exigió al Gobierno que «ponga fin a esta situación de manera urgente e inmediata porque no queremos depender del FLA». «La Comunidad tiene un elevado volumen de deuda pero no podremos sanearlo sin un modelo de financiación justo», concluyó. La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, por su parte, aseguró que espera que los Presupuestos del Estado contengan las inversiones que le tocan a los valencianos y lamentó que aquí «el que más grande la monta, más grande tiene la partida de inversiones», en alusión directa a Cataluña.