El congreso que, en teoría, debe poner punto y final a una etapa en el PP para abrir un nuevo proyecto liderado por Isabel Bonig servirá, además, para reivindicar una época que permitió a los populares amasar una hegemonía de dos décadas -entre los 90 y 2015- en las principales instituciones de la Comunidad. Junto a la decisión de validar una enmienda del senador Pedro Agramunt para homenajear a Rita Barberá como «alcaldesa histórica» de la ciudad de València, los responsables de la ponencia de Organización, coordinada por la diputada alicantina Loreto Cascales, han aceptado una propuesta del senador benidormense Agustín Almodóbar en la que se reclama poner en valor, en el marco del preámbulo que acompaña el documento oficial del congreso, la gestión del PP desde 1995 tanto en los municipios como en la Generalitat lo que, de facto, supone reivindicar figuras como las de Eduardo Zaplana o Francisco Camps, entre otros.

A 24 horas de que arranque el congreso, los ponentes mantienen contactos con los autores de las enmiendas para llegar a la sesión de apertura de la cita que se celebra este fin de semana en València con los textos definitivos casi perfilados. Como se recordará y de acuerdo con la información que ya avanzó este periódico, el parlamentario de Benidorm, portavoz de Turismo de los populares en el Senado, propuso, dentro de un paquete que incluía una decena de enmiendas, que en el preámbulo de los estatutos del PP se incluyera una alusión a la historia reciente de la formación. No hay referencias explícitas a ninguno de los cargos populares que protagonizaron más de de dos décadas de poder del PP en el conjunto de la Comunidad. Pero sí se reivindica la gestión de la Generalitat desde 1995 -un periodo que incluye a los citados Zaplana y Camps pero también al condenado José Luis Olivas o a Alberto Fabra- y también en todos los grandes municipios de la Comunidad.

La enmienda del senador Almodóbar, incorporada en su totalidad, recuerda que el PP, conforme al relato que ya se ha introducido en la ponencia, fue «capaz» de colocar a la Comunidad en un lugar de relevancia «nacional e internacional» y plantea «consolidar» al partido como la fuerza «ganadora que mejor ha defendido los intereses de nuestro territorio y de sus ciudadanos». Pide, en cualquier caso, hacerlo desde la «unidad», contando con todos los cargos y militantes, desde la «humildad» y con «honestidad», la única referencia que se hace en ese texto y absolutamente tangencial a los casos de corrupción que, junto a la gestión del Consell y de los alcaldes, marcó la labor del PP, especialmente, desde el año 2009 cuando se empezó a destapar la trama Gürtel y surgieron, a continuación, una catarata de investigaciones por corrupción. La alusión al pasado victorioso del PP entronca con otra enmienda del senador Pedro Agramunt que reclamaba un reconocimiento a la figura de Rita Barberá a título póstumo. Finalmente, los ponentes facilitarán el reconocimiento de la que fuera alcaldesa de València durante 24 años pero también la gestión de la Generalitat o en los municipios, a pesar de los escándalos que afectaron a la formación. Otra de las enmiendas aceptadas a Almodóbar facilitará que los cargos sólo tendrán que informar al partido de causas judiciales vinculadas a investigaciones por corrupción.

Al margen del debate de las enmiendas, convertido en uno de los platos fuertes del congreso una vez que está decidido el liderazgo de Isabel Bonig, las otras dos claves del cónclave que arranca mañana en el Palau de Congresos de València es la incógnita sobre el organigrama. Está en el aire determinar si, finalmente y copiando la estructura de Génova, la presidenta del PP opta por situar a Eva Ortiz como secretaria general en lugar del puesto de coordinadora que ahora ocupa, una plaza que, de mantenerse, podría ocupar una persona de confianza de Bonig en la provincia de Valencia. José Juan Zaplana también se podría mantener en una de las vicesecretarías. Habrá importantes movimientos en las secretarías de área y las vocalías. La relación de la presidenta regional del PP con Vicente Betoret, hasta aquí líder del partido en València, es el otro campo de juego en el que se mueve el congreso. Una situación que, al final, concede, si cabe, mucho más peso a la organización provincial de Alicante, convertida ya y ahora todavía más en el gran respaldo de Isabel Bonig, algo que «escuece» muchísimo entre los populares valencianos.