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La «contraprogramación» coloca al PSPV en la picota

Pedro Sánchez plantará cara desde la Comunidad al anuncio de la candidatura de Susana Díaz y deja en un dilema a los cargos socialistas valencianos

El duelo entre la andaluza Susana Díaz y Pedro Sánchez por el control de Ferraz -ya latente desde hace semanas- quedará inaugurado de forma oficial el próximo domingo. Y lo hará con una «contraprogramación» que acabará por poner en la picota a los socialistas valencianos, una de las organizaciones territoriales con más peso del PSOE. La presidenta de la Junta de Andalucía tiene previsto anunciar su candidatura el próximo domingo durante un acto en Madrid al tiempo que el antiguo secretario general, confirmaron fuentes socialistas, le plantará cara desde la Comunidad Valenciana con una convocatoria multitudinaria -tiene reservado un pabellón con capacidad para 2.500 personas- en la localidad de Burjassot, población próxima a València de la que es originaria la consellera Carmen Montón, una de las dirigentes de la antigua ejecutiva que se mantuvo fiel al citado Pedro Sánchez contra el criterio del presidente Ximo Puig.

Ese primer acto oficial de la pugna entre los dos principales aspirantes al mando del PSOE -la opción de Patxi López parece concebida como una vía para lograr cuota- pondrá a los socialistas valencianos en un brete. Hasta ahora, Puig ha mostrado su simpatía por la dirigente andaluza, una posición que está arrastrando a la mayoría del «aparato» del PSPV y de los principales cargos públicos de los socialistas valencianos. Dirigentes del partido a sueldo de la administración autonómica están distribuyendo en redes sociales mensajes a favor de Susana Díaz. Otra cosa es lo que hacen los «jefes». De hecho, sin embargo, ni el presidente Ximo Puig -aspirante a otro mandato como líder del PSPV, como ya ha anunciado- ni tampoco los alcaldes -muchos de ellos secretarios generales de sus agrupaciones locales- quieren entrar de lleno en esa disputa y evitan pedir el voto a los militantes de forma directa. Hasta ahora, el jefe del Consell, cuando se le ha preguntado por el asunto, siempre ha dicho que su prioridad es el gobierno y ha sorteado trasladar un mensaje claro a los afiliados -«no voy a orientar a nadie. Todos somos mayores», ha venido a apuntar- en la misma línea que los primeros ediles del PSPV-PSOE.

No quieren romper el partido a sabiendas del «tirón» que aún conserva Pedro Sánchez entre los militantes y que incluso, nadie lo descarta, le puede dar la victoria en agrupaciones locales y en federaciones dejando en precario a los principales cargos institucionales del partido. Mientras Susana Díaz intenta un pacto «por arriba» con los notables socialistas, Pedro Sánchez está tratando de articular un movimiento «por la base». «Y todo eso es incontrolable. Cada militante hace lo que quiere», reflexionó un importante dirigente socialista. Dos modelos antagónicos. El propio Ximo Puig dejó en el aire su asistencia al acto de Susana Díaz en Madrid: «Dependerá de mi agenda», sembró la duda el propio presidente de la Generalitat. Ahora sin embargo, con una decisión u otra, todos se van a tener que acabar retratando.

Este escenario que convierte al PSPV en un foco clave en el arranque de la disputa por el mando socialista deja en un segundo plano esa estrategia de los principales cargos de la federación valenciana. Cualquier decisión que acaben tomando -acudir a la convocatoria de Susana Díaz en Madrid, comparecer junto a Pedro Sánchez en Valencia o quedarse en casa- va a ser interpretada por ambos bandos que, en principio, sí van a apretar el acelerador para que la puesta de largo de Díaz sea masiva o, por contra, para dar aire a la candidatura de Sánchez. Lo que sí parece claro, contra la idea de los principales cargos del PSPV, es que la batalla dejará muchas heridas.

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