El bipartito -PSPV y Compromís- quiere apagar el fuego que se ha generado esta semana con sus socios de Podemos a raíz de la renovación de los miembros del Consell Jurídic Consultiu (CJC). Tanto el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, como la vicepresidenta, Mónica Oltra, restaron ayer importancia a ese encontronazo y se mostraron confiados en que no irá a más. El jefe del Consell consideró ayer que «se tomó una decisión correcta» a pesar de la falta de paridad en los nombres propuestos, aunque también señaló que es probable que las circunstancias no se hayan gestionado «de la mejor manera posible». Pero sentenció: «Sinceramente, creo que no estamos ante una crisis (con Podemos)».

Puig se postuló así al ser preguntado por la polémica surgida en las Cortes esta semana, sobre la que insistió en que la decisión fue la correcta -ante los tres nombres masculinos presentados para el CJC- porque hay que «predicar con el ejemplo y actuar en favor de la igualdad». Según recalcó, el Consell hizo lo propio «en la parte que le correspondía» y «ahora le tocaba en las Cortes», donde «parece razonable que se busque la paridad», entre otras cosas porque «no hay ninguna mujer presidenta de ningún órgano estatutario».

Por su lado, Oltra consideró que «no hay un distanciamiento» entre los miembros del Gobierno y Podemos, sino un debate «puntual» y «diversidad de opiniones» que lo que hacen es «enriquecer». «Nos tenemos que acostumbrar que en el panorama multipardista hay diversidad de opiniones», apostilló, para acto seguido reiterar: «No lo percibo como un distanciamiento, sino como una opinión que se expresa libremente y de forma contundente». Oltra también defendió que en la elección de los miembros del CJC se está cumpliendo el eje primero del Acord del Botànic.