Todo es nuevo en el proceso congresual que el PP pondrá en marcha para elegir a su nueva dirección en la Comunidad y, salvo cataclismo, apuntalar el liderazgo de Isabel Bonig, que registrará su candidatura con más avales de los que tiene Cristina Cifuentes en Madrid. Hoy finaliza el plazo de convocatoria abierta para que los afiliados avalen a los aspirantes -junto a Bonig sólo había mostrado intención de presentarse José Luis Bayo, antiguo presidente de Nuevas Generaciones en Valencia- y a su vez se apunten a tomar parte en la votación del 13 de marzo para elegir presidente o en el congreso previsto para el primer fin de semana de abril. La dirección del PP y las organizaciones provinciales apretaban ayer al máximo a sus Juntas Locales para que a lo largo del día de hoy amplén esos censos. A priori, escaso interés entre la militancia.

Este proceso será una auténtica prueba de fuego para medir la fortaleza real del PP, que declaraba hasta ahora unos 150.000 afiliados que le situaban como la organización autonómica más potente de los populares en toda España. Con este sistema, los militantes que quieren tener derecho a voto en este proceso no sólo se tienen que apuntar en una lista especial sino que además tienen que estar al corriente de las cuotas, algo que no se producía hasta ahora. Ese censo paralelo -configurado a través de un sistema informático- se concretará esta noche a las 20 horas y aún habrá que esperar hasta el 11 de marzo, fecha definitiva hasta la cual los afiliados pueden abonar la cuota. La dirección del PP es consciente de que no llegará ni de lejos a los 150.000 afiliados -la mitad en la provincia- que figuran en los listados. Ni a un 5%. Pero, sin embargo, sí espera que sea un volumen de militantes lo suficientemente amplio como para exhibir la potencia que siempre ha tenido el PP. La cúpula popular de Alicante esperaba, al cierte de la edición, ampliar el número de participantes a lo largo del día, a pocas horas de que se acaben cerrando los plazos internos.

Aunque el Comité Organizador del Congreso no se reunirá hasta esta noche, las fuentes consultadas apuntan que díficilmente se logrará que el 3% del censo; es decir, en torno a los 5.000 militantes, se incriban. En Alicante lo habían hecho hasta el lunes unos 2.500, por debajo de la movilización en la provincia de Valencia, con menos afiliados. Para el PP, sin embargo, el «pinchazo» sería relativo. Entre 4.000 y 5.000 personas es una cantidad pequeña si se compara, indican, con el censo; pero digno si se compara con el número de delegados que eligieron a Alberto Fabra en el congreso de Alicante, a Francisco Camps en el de Castellón o antes, incluso, en los que encumbraron en su día a Zaplana. Es verdad que en aquellos hubo, por ejemplo en el que eligió a Camps, votaciones multitudinarias en Alicante. El PP usa, en todo caso, un argumento incuestionable y es que,al menos internamente, los bases no podrán reprocharles que no hayan dado opción a participar. Los datos, en todo caso, también son un toque de atención, explicaron estas fuentes, para la capacidad de movilización de las agrupaciones locales.

El foco del congreso, junto a la participación, se centrá en la presentación de candidaturas. A Bonig le han firmado los principales dirigentes del PP de Alicante como José Císcar y César Sánchez. Con sus 4.000 avales -son necesarios 90- y a falta de los que se contabilicen hoy, Isabel Bonig se pone por delante de la dirigente madrileña Cristina Cifuentes, que recopiló 3.700. El andaluz José Manuel Moreno llegó a 9.000, aunque recogiendo en un total de ocho provincias. José Luis Bayo, el único que manifestó públicamente su intención de pelear, ha intentado, sin conseguirlo, que Bonig lo integre en su ejecutiva a cambio de retirar su candidatura. En principio, a lo largo de la semana pasada recogió los avales necesarios, pero a fecha del cierre de esta edición no los había presentado ante el comité organizador del congreso. Lo más probable es que lo haga a lo largo de la jornada de hoy.