Una sede en Alicante, veto a la telebasura, pluralidad informativa, máxima difusión a la cultura de la Comunidad y tejer una red colaborativa con otros medios de comunicación locales y comarcales. Estas son solo algunas de las apuestas con las que Empar Marco (Valencia, 1959) ha convencido al consejo rector de la Corporación Valenciana de Medios de Comunicación (CVMC) para convertirse en la directora de la nueva RTVV. Tras nueve votaciones, Marco terminó imponiéndose este pasado jueves a su principal rival, Josep Ramon Lluch, y ahora asumirá el timón del nuevo conglomerado de medios de comunicación públicos valencianos.

Este diario ha tenido acceso al proyecto de actuación que presentó la hasta ahora delegada de TV3 en la Comunidad y que terminó valiéndole para imponerse en la votación final. En él, Marco defiende la necesidad de aprovechar las amplias instalaciones que la extinta Ràdio Televisió Valenciana disponía en Burjassot (València) con el fin de crear allí una «redacción única». Ahora bien, acto seguido defiende la necesidad de disponer de sedes tanto en Alicante como en Castellón, y abre además la puerta a disponer de espacios de trabajo en otras poblaciones.

Otro de los puntos destacados de sus planteamientos está en la programación. En primer lugar, Marco encargará un elevado porcentaje de producciones a empresas de la industria audiovisual de la Comunidad. Y, además, vetará cualquier tipo de programa de telebasura, tal y como consta en su propuesta. «La mayor parte de la producción de los programas de entretenimiento y ficción se confían a la industria audiovisual valenciana, que tendrá que asumir los valores sociales y éticos que quiere transmitir la CVMC, descartar programas que denigren a las personas y ponerse al servicio de los contenidos que tienen que llenar las distintas ventanas que abra la Sociedad de Medios», explicita el documento. La nueva directora censurará, por ende, programas que en día fueron pioneros en España y que tuvieron a Canal 9 como precursora. Véase, por ejemplo, Tómbola.

Pero si por algo se caracterizó la antigua televisión pública valenciana fue por las constantes críticas que recibió debido a su parcialidad. El PP la convirtió en un espacio de autobombo y la aprovechó en beneficio propio, según denunció la oposición de manera constante. La nueva directora, por su parte, se ha comprometido a desterrar cualquier práctica similar. «El proyecto garantiza un amplio relato informativo al servicio de los valencianos y valencianas, tanto en las noticias diarias como en los programas dedicados a la información», comienza apuntando. Y agrega: «Se crean equipos de profesionales especializados y se pone el acento en productos rigurosos que respetan el pluralismo y la independencia informativa».

Otro de los puntos fuertes de la futura parrilla será el impulso de informaciones relacionadas con la cultura popular valenciana. Marco considera que «mimar» este tipo de celebraciones ha de formar parte de las «líneas estratégicas» de la nueva RTVV, amén de la música y el teatro.

Espacios educativos

Entre sus propuestas también destaca la creación de un espacio dedicado a los más pequeños de la casa. Un nuevo Babalà, pero adaptado a la nueva realidad social: «El proyecto apuesta por estimular el sentimiento de pertinencia e identificación de los más pequeños y los jóvenes con sus medios públicos. Se propone la creación de un canal infantil y la elaboración de programas audiovisuales con la complicidad del mundo educativo. Materiales que se encontrarán principalmente en el portal web de la plataforma, adaptándose así a los hábitos de las nuevas generaciones».

Junto a todo ello, Marco apuesta por tejer una red colaborativa que implique a otros agentes sociales con el fin de ofrecer a la ciudadanía un producto de calidad. Entre sus propósitos figura sellar acuerdos con otros medios de comunicación locales y comarcales radicados en la Comunidad, y la creación de un departamento de innovación en el que participen las universidades.