El exlíder socialista y expresidente del Gobieno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, parecía ayer tener claro en Alicante cuál es su candidato favorito a las primarias del PSOE. Aaunque no se posicionó con ninguno de ellos -ni por los dos que ya han formalizado su candidatura, Pedro Sánchez y Patxi López, ni por la que será, a todas luces, la tercera en hacerlo, Susana Díaz- sí dijo ante una nube de periodistas: «ustedes ya saben donde está mi corazoncito».

Zapatero acudió ayer al museo alicantino MACA a un acto sobre el anteproyecto valenciano de la Ley de la Memoria Democrática y para la Convivencia junto al presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, la consellera de Justicia, Gabriela Bravo, y el alcalde de Alicante, Gabriel Echávari. Preguntado por si su «corazoncito miraba hacia el sur», respondió que hacia donde hay que mirar es «a la mayoría del país para ser mayoría social, política, cultural y electoral. Esa es la clave. Quien ha tenido la responsabilidad del liderazgo sabe lo que eso representa, porque es decisivo para una mayoría política», subrayó.

Insistió en que hay que dabatir. «Cómo no va a tener un debate el Partido Socialista si venimos de tener dos derrotas electorales con los peores resultados de nuestra historia», sentenció, y añadió que lo que corresponde «a un partido como el nuestro es su vocación, voluntad y capacidad de gobernar y de ser mayoría, y espero que este proceso se centre en eso», dijo. Su insistencia recordando las dos derrotas electorales que el partido ha sufrido con Pedro Sánchez y esa reiterada apelación al liderazgo no le hizo posicionarse claramente por ningún candidato, pero parecía descartar a uno de ellos. Y ese descarte apuntaba a Sánchez, cuyo liderazgo en el partido se cuestionó hasta el punto de acabar en la crisis que estalló en octubre con la dimisión de 17 miembros de la ejecutiva para propiciar su caída, entre los que estaba Ximo Puig.

Comparó la situación del PSOE con el partido socialdemócrata alemán (PSD) y puso como ejemplo a Martin Schulz, de quien recordó que desde su vuelta a la política germana desde Bruselas ha dado la vuelta a las encuestas frente a la conservadora Angela Merkel. «Aparece Schulz de candidato y ahora el SPD está prácticamente igual o por encima», quiso destacar. En ese sentido dijo que «liderazgo y proyecto tienen que ser la clave de la mayoría política».

Por su parte, el presidente de la Generalitat Valenciana volvió ayer a apostar por una alianza con su homóloga andaluza para reclamar una mejor financiación autonómica y el Corredor Mediterráneo. Ximo Puig, que se reunirá este domingo con la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, y con alcaldes socialistas en un acto organizado por la Federación de Entidades de la Comunidad Andaluza (FECA), dijo sobre el congreso de su partido que hay que huir de los nominalismos porque «el debate sobre los nombres muchas veces acaba pervertiendo conceptos», y pidió huir «del esquematismo y el maniqueísmo» para centrarse en un «debate serio y riguroso».

Al acto asistieron, entre otros socialistas, el exsenador y hombre fuerte del socialismo alicantino, Ángel Franco; el secretario general de los socialistas de la provincia, David Cerdán; el director autonómico del Agua, Manuel Aldeguer y el de Industria, Diego Maciá; el exdiputado nacional Herick Campos y varios concejales socialistas del ayuntamiento de Alicante.