El afecto y la cercanía que muchos noveldenses sentían hacia su exalcaldesa Milagrosa Martínez ha perdido muchos enteros desde que fue imputada por amañar los contratos de Fitur dentro de la trama Gürtel. Pero tras conocerse la condena del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, su popularidad se ha desplomado a la par que su estado de salud físico y mental.
Los nueve años de cárcel han caído sobre ella como una losa y la mayor parte de los vecinos de Novelda consultados ayer por este diario no ven con buenos ojos que pueda eludir su ingreso en prisión para cumplir la condena. Aunque sea provisionalmente hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie sobre el recurso que ha presentado a la sentencia. Para ello la exconsellera de Turismo y expresidenta de las Cortes Valencianas ha tenido que hacer efectivo el pago de una fianza de 15.000 euros que, a pesar de su crítica situación económica con todos los bienes embargados, ha logrado reunir en apenas dos días.
Novelda es un pueblo reservado y muchos de los encuestados o bien no han querido opinar sobre un tema que consideran tan controvertido como espinoso, o bien lo han hecho con la condición de no revelar su identidad. Salvo excepciones, que las hay, los jóvenes y el segmento de población de mediana edad son los que hablan con más libertad y menos miedo a la hora de expresar con rotundidad que «Qui la fa, la paga» en referencia a su exalcaldesa. «Pero que no la pague solo ella sino todos los políticos, banqueros y gente de la realeza que han robado al pueblo». Así se manifestaba al mediodía de ayer una mujer de 52 años que se dirigía a su casa del barrio de San Roque con la barra del pan recién comprada. «Yo la conozco mucho y es una buena persona pero si lo ha hecho que lo pague, y que devuelva todo el dinero. Ella y todos los que están siendo condenados como ella. Que, por desgracia, son muchos», comentaba sucintamente antes de proseguir su camino a paso ligero. En parecidos términos se pronunciaron dos vecinas de 57 y 61 años que residen en el barrio de La Cruz. «Yo soy viuda y cobro 590 euros al mes y mi amiga, que está enferma, cobra 686 euros. Llevamos toda la vida luchando por sacar adelante a nuestras familias, con mucho esfuerzo y sacrificio, y no hay derecho a que toda esta gente haga todas las sinvergonzonerías que hacen y no entre ninguno en la cárcel, ni devuelvan todos los millones de euros que se han llevado», afirmaron ambas.
Los jóvenes también opinan. Para un grupo de veinteañeros que se encontraba en el parque de Correos, casualmente frente a la vivienda familiar donde instaló Milagrosa su despacho de abogada, los políticos tendrían que dar ejemplo y no lo hacen. «Que no vaya esta mujer a la cárcel nos parece fatal porque no hay igualdad de condiciones para todas las personas. Hay gente que roba una caja de leche y la meten sin fianza y sin nada y, sin embargo, a la alcaldesa le han caído nueve años y ahí está en su casa. Así que no lo vemos bien, nada bien», comentaron unos y añadieron otros.
Más benévolo fue un jubilado de 77 años que paseaba junto al Casino. «Nueve años me parecen una barbaridad comparativamente con otros casos más graves y, además, creo que ella ha sido el chivo expiatorio de otros más poderosos que han salido indemnes. La conozco perfectamente. Se que está destrozada y que vive muy modestamente por eso me parece que la fianza es justa», indicó el amable vecino repitiendo en varias ocasiones que «la culpa de todo la ha tenido que se marchara a Valencia cuando la llamó Camps para a ser consellera. Si se hubiera quedado aquí esto no habría pasado». Una idea en la que coincidió otra noveldense de 53 años de la zona centro: «En Valencia ha sido la pueblerina que lo firmaba todo y mira cómo ha acabado». Así habló ayer Novelda de Milagrosa.
