Las heridas internas abiertas en Podemos son ya de un tamaño considerable. Y restañarlas no resultará sencillo. El consejo ciudadano autonómico, celebrado el domingo, ha abierto las hostilidades en la formación valenciana.

La petición de las bases en Vistalegre hace una semana de unidad y humildad ha saltado por los aires en la Comunitat Valenciana en pocos días. El intento de los críticos de forzar la caída del órgano que preside Antonio Montiel encontró el domingo, a puerta cerrada, la respuesta del actual secretario general autonómico.

Montiel evita en público el choque con los críticos y mide mucho sus palabras sobre la situación interna. Pero el domingo, en privado, y ante los miembros de la dirección, realizó un duro discurso.

El secretario general abrió la reunión con una intervención extensa. Según varias fuentes consultadas acusó al sector crítico de falta de lealtad a las decisiones democráticas que adopta la dirección, de tener una actitud destructiva, de atender únicamente a sus intereses personales y de estar en permanente campaña electoral interna desde hace meses para erosionar al adversario.

Incluso reprochó a este sector, en el que se encuadran diputados autonómicos como Sandra Mínguez, Antonio Estañ, Cristina Cabedo o César Jiménez, y el senador Ferran Martínez, absentismo a la hora de trabajar para desarrollar decisiones tomadas democráticamente por la dirección o de criticar esas decisiones de un órgano del que los críticos también forman parte. Fuentes presentes en la reunión relatan que Montiel se mostró muy molesto con las insinuaciones de los críticos de que la actual dirección podría «cocinar» la asamblea, prevista para el 14 de mayo, palabras que llegó a considerar de una grave irresponsabilidad, que atribuye a ambiciones y a resentimientos personales.

Todo ello ha devaluado -según expuso el secretario general en su análisis a puerta cerrada- al consejo ciudadano y se ha perjudicado a la organización en su implantación. El líder podemista expuso también que la comisión técnica que velará por la asamblea del próximo 14 de mayo está formada por voluntarios y que quien interprete que hay «cocina» quiere cargarse el proyecto.

Nadie respondió. Ninguno de los críticos, que entienden que ha faltado pluralidad y participación de las bases, según unas recientes declaraciones de Mínguez, contestó a su acometida. Las palabras de Montiel se interpretan en el partido como una muestra del hartazgo del secretario general. La gota que ha colmado el vaso después de aguantar críticas durante meses.

También se interpreta como una decisión de Montiel de dar batalla. De que no dará un paso atrás y confrontará ante las bases su proyecto con el de los críticos.

Montiel también expuso que desde el sector crítico se han boicoteado iniciativas importantes para consolidar la organización en el territorio y mejorar el apoyo a los concejales con la creación de coordinadoras comarcales o la puesta en marcha de mecanismos para suplir mediante de gestoras las bajas producidas en municipios.