«No hay ninguna guerra interna en el Consell». La vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, tuvo que salir ayer al paso de la polémica surgida en el seno del gobierno valenciano a cuenta del subsecretario de Sanidad, Ricardo Campos, quien no trasladó a Transparencia debidamente que posee una clínica oftalmológica desde hace más de 20 años en la que pasaba consulta y que tras su nombramiento la arrendó a una sociedad que, a su vez, pertenece a un grupo que ha mantenido relaciones contractuales con la Generalitat.

Un «error» que se ha colado entre las grietas de la Conselleria que depende de Manuel Alcaraz (Compromís), quien se ha sentido «engañado» por la consellera socialista Carmen Montón. La publicación del cruce de unos whatsapps de reproche parecían ahondar aún más en esta brecha entre los socios de gobierno de los dos partidos que lo sostienen. «Convendría que al igual que las deliberaciones del Consell son secretas, las del grupo de WhatsApp también lo fueran», apuntó ayer Oltra. Añadió la portavoz del Ejecutivo que «hay que tratarse y hablarse con más cariño» y que estos roces surgen por «autoexigirse» demasiado a sí mismos los miembros del Consell. «Hay que aplicar la ley con sentido común», remató la dirigente de Compromís.

En este sentido, Oltra defendió que la norma de incompatibilidades del Consell se fraguó en la era «postcorrupta del PP» y que «no se puede llevar a absurdos. Por esa regla de tres la consellera de Vivienda no podría comprar una casa», defendió Oltra.

La vicepresidenta destacó que en el caso de Campos, cerró su negocio al entrar a formar parte del Consell y decidió alquilar su clínica, «y no hay nada más», ya que el grupo de empresas mantiene las mismas cifras de negocio con la administración desde hace años.

«Una cosa es un error de no poner el dato en la casilla correspondiente, y otra un horror, que es lo que ha hecho el PP de Milagrosa Martínez, de Blasco o el que revienta los ordenadores con la contabilidad en b del partido», sentenció Oltra durante su tradicional comparecencia de los viernes tras el pleno del Ejecutivo.