Pablo Crespo prometió a los periodistas a su llegada al Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) que a su salida de la sede judicial haría declaraciones. No pudo cumplir su palabra. El furgón flanqueado por dos coches patrulla llegó ayer al centro penitenciario de Picassent alrededor de las 15.15 horas. No era un vehículo cualquiera, en su interior viajaban el mismo Crespo, Francisco Correa, y Álvaro Pérez «el Bigotes», tres nombres que se escuchan desde hace cerca de ocho años y que ahora se han convertido en los primeros condenados (si el Supremo no dice lo contrario) que han entrado en prisión de la trama Gürtel en su variante valenciana.

Así lo pedía la Fiscalía Anticorrupción y así lo decretó ayer la sala de lo Civil y Penal del TSJ, abriendo el camino a que hoy, salvo sorpresas ya que la fiscalía ha pedido las mismas medidas cautelares, la exconsellera de Turismo de la Generalitat de Francisco Camps, Milagrosa Martínez, siga los mismos pasos hacia la cárcel. Los ingresos en prisión se dan después de que el pasado viernes se condenara a 11 de los 13 imputados de la trama Fitur por amañar contratos de la instalación de la Comunitat Valenciana de esa feria de turismo entre 2005 y 2009.

Minutos después de las nueve de la mañana, seis de estos condenados por la «primera época de Gürtel» comenzaron a llegar al Palacio de Justicia de València para las «vistillas», citas judiciales para decidir sobre las medidas cautelares a tomar hasta que el Supremo se pronuncie. «Muy tranquilo», decía estar Crespo. Mudo, se mostraba Correa, quien da nombre a la trama («gürtel» en alemán). Como publicó ayer este periódico, la fiscalía pedía que los condenados, con penas de hasta 13 años y tres meses, entraran inmediatamente en prisión «ante el riesgo de fuga». Ayer, solo lo hicieron los tres cabecillas. Isabel Jordán, Cándido Herrero y Mónica Magariños quedaron en libertad provisional sin fianza y se les retiró el pasaporte. En el caso de Jordán, debe comparecer cada 15 días ante el juez, mientras que los otros dos cada mes.

Con las maletas preparadas

Para visibilizar que no había tal intención de fuga, los abogados de la defensa entraron al TSJ maletas con la ropa y el resto de enseres que pueden entrar en prisión. Sin embargo, la sala no «valoró» este gesto y acordó el ingreso en prisión inmediata. Un hecho que el letrado que representa a Correa ve «injusto» y el de Crespo «condicionado». Ambos sostienen que el riesgo de fuga es inexistente, ya que, entre otros motivos, acuden semanalmente a los tribunales para seguir los diferentes juicios que tienen abiertos o se abrirán en un futuro.

De momento, los tres están en el centro penitenciario valenciano, pero la idea es que se les traslade (quizá esta misma semana) a una cárcel madrileña para acudir, precisamente, a las vistas de las otras piezas separadas de Gürtel, programadas para los próximos tres años.