La brecha abierta en toda España entre los afines de Podemos al secretario general del partido, Pablo Iglesias, y a su hasta ahora número dos, Íñigo Errejón, -reproducida, con sus particularidades, en la Comunidad Valenciana- empieza a cuajar en dos vías autonómicas alternativas al sector oficial de la formación, liderado de momento por Antonio Montiel. La victoria de Pablo Iglesias en el congreso estatal de Podemos abre la puerta en la Comunidad a consolidar la vía «pablista», una corriente que cargos defenestrados por Montiel, como la exsecretaria de organización del partido y diputada autonómica de Podemos, Sandra Mínguez, estarían dispuestos no solo a respaldar, sino también a liderar.

No se trata de una cuestión baladí: la estabilidad del gobierno valenciano depende del apoyo parlamentario de una formación cuyo líder autonómico ha quedado «tocado» después del cónclave nacional de Podemos y al que muchos, ahora ya ni siquiera ven al frente del partido. «No se descartan purgas y que de alguna manera se le invite a no presentarse en ninguna lista futura», decía ayer a este diario un dirigente de Podemos. También está por ver si la formación pide, finalmente, entrar en el Gobierno del Botánic, lo que impulsaría la figura política de Montiel y su visibilidad en un momento en el que empieza a oler la amenaza orgánica.

A preguntas de este diario, Mínguez tan solo se limitó a decir ayer que «aún es un poco pronto» para hablar de su liderazgo en pro de una candidatura alternativa de cara a la próxima asamblea autonómica, aunque no descartó hacerlo. «Es cierto que he recibido muchas llamadas y propuestas de apoyo, pero acabamos de salir de un congreso y lo que toca ahora es trabajar por la unidad y la humildad, y trasladar eso a nivel autonómico», indicó. Mínguez, relevada por Montiel, es una opción para ese sector afín a Pablo Iglesias pero no sería el único nombre con el que trabajan ahora las bases. El secretario general de Podemos en Valencia, Jaime Paulino, formaría parte de ese núcleo duro con respaldo en el partido como vía alternativa a Montiel.

La gestación de una tercera vía, nacida también entre los críticos a Montiel y más ligada a la corriente anticapitalista, todavía no tiene un líder concreto, pero fuentes de la formación hablan ya del diputado autonómico Daniel Geffner como una de las personas que podrían conformar este bloque, cuyo fin es, a gran escala, el mismo que el de la corriente anterior: acabar con el sector oficialista que lidera Antonio Montiel. El activista alicantino José María Copete, uno de los impulsores de esta iniciativa y que ya fue rival de Montiel en las primarias , estaría entre sus componentes, aunque no sería cabeza de la misma. Quedan por ver también dónde se situarían nombres como el del diputado Antonio Estañ, afín a los «anticapis», y quien no quedará al margen de estos movimientos.

El descontento hacia la figura del síndic parlamentario morado, más por «formas» que por fondo es, en ambas vías, la motivación principal de su andadura, por lo que ambos sectores se verán forzados a hablar y a analizar si emprender por separado esa conquista del poder o hacerlo en un mismo bloque para sumar sensibilidades. En cualquier caso, la carrera hacia la secretaría general y hacia la máxima representación en los órganos de dirección del partido en la Comunidad Valenciana empieza a cocerse ya. El resultado del Vistalegre II era el pistoletazo de salida que todos los sectores estaban esperando para empezar a conformar el futuro del partido a nivel autonómico.