Eva Ortiz, la diputada de Orihuela que ocupa actualmente el número dos en el escalafón del PP de la Comunidad Valenciana, se ha convertido en una persona clave del engranaje que lidera Isabel Bonig. Era una de las apuestas de la presidenta regional de los populares para la renovación de caras en la cuota valenciana del comité ejecutivo del PP, apuesta que finalmente se materializó con una vocalía. Aunque hoy mismo arrancará el proceso para la convocatoria del congreso autonómico con casi dos meses por delante, todo apunta a que Eva Ortiz seguirá como coordinadora general del PPCV, un puesto clave para controlar y poner en marcha toda la organización. Eso parece asegurado. Rajoy marcó la línea con la continuidad de todo su equipo de vicesecretarios, a los que eligió hace menos de dos años. Un proceso parecido al de los populares valencianos cuando Bonig relevó a Alberto Fabra después de los resultados electorales que alejaron al PP de la Generalitat.

Así las cosas, en estos momentos, la diputada se ha convertido en una pieza clave del grupo en las Cortes con intervenciones, por ejemplo, de cierto peso en el debate de presupuestos; en el partido con el número dos del escalafón de la organización autonómica; y ahora también como una de las representantes de los populares valencianos en Madrid. Aunque Eva Ortiz es una persona impulsada por José Císcar, lo cierto es que, en estos momentos, su figura es imprescindible para el proyecto que encabeza Isabel Bonig.

En declaraciones a este periódico, Eva Ortiz se limitó a señalar sobre su futuro como número dos del PP en la Comunidad que «estaré siempre donde mi partido me pida que esté». No fue más allá. La nueva componente del comité ejecutivo nacional del PP hizo un balance «muy positivo» del congreso tanto en el plano de las propuestas -financiación, cuestiones sociales como la custodia compartida o la participación de los militantes- como también en la cuestión de la representación con el papel de Alicante y la cuota del resto de la Comunidad. Eva Ortiz considera que el resultado del congreso nacional del PP sirve como acicate para afrontar el «reto» que supone el congreso regional. «Es un modelo novedoso e ilusionante», zanjó.