Si Alicante es la provincia en la que el PP sale peor parada, el reparto de la ejecutiva que puso Rajoy encima de la mesa le genera a Isabel Bonig un lío en Valencia con la elección de Vicente Betoret, sustituto de Alfonso Rus y salpicado por la Operación Taula. Y, además, un incendio en Castellón, que no tendrá presencia en el comité ejecutivo y que sólo sacará la cabeza con un raquítico puesto en la Junta Directiva a pesar de mantener el gobierno de la Diputación.