? El alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, se ha ido desmarcando del apoyo público que había mostrado al exsecretario general de los socialistas, Pedro Sánchez. El regidor no solamente se ha mostrado tibio ante la posible candidatura de Sánchez para revalidar la secretaría general, sino que además no está dispuesto a colaborar con el sector de la militancia pro «sanchista» de la provincia, liderado por la «familia» de socialistas que le quiere mover de la silla y entre los que está su enemigo político, Manuel Marín. Por si fuera poco Echávarri, quien está unido a Pedro Sánchez, incluso, por una relación de amistad, tiene sobre él una espada de damocles llamada Ángel Franco, referente de los socialistas alicantinos y mentor del primer edil. Franco, al igual que el jefe del Consell, Ximo Puig, votó en el comité federal de octubre que partió al partido contra la propuesta de Sánchez de celebrar un congreso «exprés». En el mismo comité, previo a la dimisión de Sánchez, Echávarri se alineó con las tesis «sanchistas» y votó lo contrario que su mentor. Demasiados pesos para seguir arropándole.