El PP en la Diputación de Alicante arrancó ayer el primer pleno del año de la institución reabriendo la batalla turística contra el Consell. Lo hizo reclamando la creación de una Conselleria de Turismo y que tenga su sede en Benidorm. El encargado de defender esta propuesta y de ahondar en el frente abierto con la Generalitat en materia turística -sobre todo desde que Ximo Puig anunció el decreto que restaba competencias a las diputaciones en materia turística y deportiva- fue el diputado de Turismo, Eduardo Dolón, que exigió concretamente al máximo dirigente autonómico, Ximo Puig, que cumpla su palabra y la que dio a los empresarios de crear una sede en la capital turística de la provincia.

La moción llevada al plenario por el PP, que salió adelante con varios puntos modificados tras una enmienda presentada por Compromís, se puso sobre la mesa el mismo día en que, precisamente, la sede social del Patronato de Turismo Costa Blanca ha cambiado su ubicación para instalarse en el Auditorio Provincial ADDA. Este hecho llevó a Compromís a criticar que si tanto interés tienen los populares en potenciar Benidorm como centro administrativo en materia turística «haber trasladado allí la sede del Patronato», según remarcó el portavoz del grupo de izquierdas, Gerard Fullana.

La enmienda de Compromís asumida por el PP para pedir la Conselleria de Turismo y ubicarla en Benidorm recogía que los viajes del Patronato Costa Blanca no se pagaran a todo el consejo de administración del mismo, sino solo al presidente de la Diputación y al diputado de Turismo. Dolón defendió que se admitía la enmienda a excepción de este punto. Finalmente, la moción ha salido adelante con los votos favorables de PP y Compromís, que ha votado a favor pese a negarse los populares a recortar los viajes de representación del Patronato.

Si Dolón puso la munición en materia turística contra el Consell, el presidente de la Diputación, César Sánchez, hizo lo mismo pero en materia social. A expensas aún de cerrar una nueva cita para tener por fin su primera reunión con la número dos del Consell y responsable de Bienestar Social, Mónica Oltra, Sánchez pidió al gobierno de la Generalitat que devuelva al Estado las competencias que éste le ha delegado en el caso de que carezca de «fuerzas» para asumirlas. «Si la Generalitat no está preparada, no tiene capacidad o no se ve con suficientes fuerzas para asumir las competencias que tiene delegadas del Estado,que se las devuelva, pero que no traslade sus problemas y su incapacidad a otras administraciones», subrayó Sánchez a preguntas de los periodistas.