El presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig, trató ayer de rebajar la tensión que se vive en las filas socialistas en vísperas del comité federal que abordará el próximo fin de semana el calendario que debe conducir al partido a la elección de un nuevo liderazgo. Puig restó importancia a la cuestión y afirmó que más importante que la fecha del congreso socialista son los contenidos de los documentos que se lleven a debate y consideró, en todo caso, que el hecho de que se celebre «una semana o un mes después es intrascendente». Puig se pronunció así, tras reunirse ayer con el alcalde de Valencia, Joan Ribó, al ser preguntado por la preparación del próximo congreso federal socialista y por el calendario que propondrá este sábado la gestora al Comité Federal del PSOE.

La posición del presidente de la Generalitat se ha mantenido en un tono muy similar durante las últimas semanas. A pesar de ser uno de los firmantes de la operación que acabó con la caída de Pedro Sánchez, el jefe del Consell ha tratado de mantenerse al margen de las cuitas internas del partido y con un perfil bajo. Siempre apunta que, en estos momentos, su principal objetivo es concentrarse en la Generalitat y, en este sentido, la próxima semana aborda una cita clave: la conferencia de presidentes autonómicos en la que reclamará la reforma del sistema de financiación, que es imprescindible para garantizar la viabilidad del gobierno autonómico.

«Mi prioridad esta semana es intentar concitar el máximo de apoyo posible para la posición valenciana en la Conferencia de Presidentes», precisó. «Una semana o un mes después creo que es intrascendente para la celebración del congreso», concluyó. La posición de Ximo Puig, sin embargo, choca con la de dirigentes del PSPV que reclaman una convocatoria inmediata del congreso para elegir un nuevo líder.