El capítulo dedicado a la Ciudad de las Artes y las Ciencas (Cacsa) es otro de los que deja titulares llamativos debido al deterioro del edificio. El Ágora se ha devaluado en casi 13 millones de euros. La cubierta provisional que le instalaron en 2009 ha sido la principal responsable de esta depreciación que apenas se utiliza muy contadas veces en todo el año.

La infraestructura diseñada por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava cuenta con «problemas de uso y mantenimiento» derivados precisamente de la ausencia de las lamas y los mecanismos móviles previstos en el proyecto inicial (y que finalmente este verano se cuantificaron en 2,3 millones. Sin embargo, el consejo de administración de Cacsa acordó prescindir definitivamente de esta cubierta.

Como también ocurriera con el Palau de les Arts, el Ágora sufre desperfectos en su revestimiento de «trencadís».