La negativa de la Diputación de Alicante de sumarse al fondo de cooperación municipal promovido por el Consell se ha puesto sobre la mesa del tripartito de Alicante, que estudia en bloque ejercer más presión contra el gobierno del PP en la institución provincial para que termine formando parte de esta inyección a los ayuntamientos. El portavoz municipal, Natxo Bellido, anunció ayer que el tripartito estudia a propuesta de Compromís posibles alegaciones a los presupuestos de la Diputación para el año que viene al no haber habilitado la partida de 13,7 millones de euros que corresponde a su parte del fondo, para el que el Consell destinará la misma cantidad.
Bellido denunció que el gobierno local valorará el hecho de que lal ciudad de Alicante «deje de ingresar el año que viene 850.000 euros por la negativa de César Sánchez y Carlos Castillo a sumarse al fondo de cooperación de la Generalitat». Se trata de un fondo municipal al 50% entre ambas instituciones que en el caso de la provincia de Alicante le supone 13,7 millones a cada administración. «A los ayuntamientos les hace poca gracia recibir la mitad de las ayudas respecto a los pueblos de Valencia y Castellón», señaló. El portavoz del Ayuntamiento de Alicante planteará oficialmente al equipo de gobierno esas alegaciones a las cuentas provinciales, si bien oficiosamente ya habido conversaciones en ese sentido, lo que servirá a los partidos municipales que también lideran el ejecutivo autonómico (PSPV y Compromís) de refuerzo frente a las políticas del PP.
Mientras que el grupo popular en las Cortes Valencianas reclama una ley de justa financiación las entidades locales de la Comunidad Valenciana -una normativa que ya ha sido rechazada por el pleno y que proponía que la Generalitat destinara el 12% de los tributos propios y cedidos a los Ayuntamientos- el ejecutivo de Ximo Puig y Mónica Oltra propone un fondo de 80 millones para los municipios, de los que la mitad correspondería pagar a las diputaciones. Las de Castellón y Valencia ya han dicho que sí, mientras que la de Alicante justifica su negativa a sumarse al mismo el año que viene en el escaso margen de maniobra que tiene la Diputación por estar sometida a un plan financiero.
El pleno de los presupuestos de la institución provincial sacó adelante las cuentas de 2017 con los votos del PP y el del diputado tránsfuga, Fernando Sepulcre. Aunque el presidente, César Sánchez, intentó negociar con los socialistas, finalmente éstos decidieron votar en contra al no haberse habilitado ninguna partida, ni siquiera simbólica, para el citado fondo.
Por su parte, el PP sigue defendiendo que los presupuestos de la Diputación sí son un «auténtico» fondo de cooperación al destinar más de 70 millones a los municipios alicantinos, a los que habría que sumar otros 20 millones en obras financieramente sostenibles con el remanente del año pasado.
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