El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, llevó ayer de urgencia al pleno la Cuenta General correspondiente al ejercicio 2015 tras ver amenazadas las subvenciones a la Diputación. Así se lo advirtió en un escrito fechado el 1 de diciembre la Sindicatura de Comptes, en el que reclamaba a la institución provincial el cierre de las cuentas del año pasado y en el que alertó de que el plazo para ello finalizó el 31 de octubre de 2016. En el citado escrito se reclamó a la Diputación que pusiera esta circunstancia en conocimiento del pleno para que quede enterado del requerimiento de la Sindicatura, lo que obligó al área de Hacienda, que dirige Alejandro Morant, a pedir la celebración de este pleno a falta de dos semanas para finalizar el ejercicio para no ver amenazadas las subvenciones.

La Sindicatura de Comptes recordaba en su apremio a la Diputación de Alicante que ya había vencido el plazo para presentar la Cuenta General. Con esta obligación pendiente y en función de la Ley de Régimen Local de la Comunidad Valenciana, la Sindicatura avisaba a la Diputación de que no podría recibir ayudas o subvenciones cuya convocatoria se aprobara con posterioridad al año 2016 ya que para su cobro debía acreditar estar al corriente en este cumplimiento.

El pleno aprobó con carácter urgente la llamada Cuenta General de 2015 para poder seguir teniendo acceso a subvenciones, no sin las críticas de Compromís, que denunció el «descontrol» y el «alardeo de gestión» del PP «para luego llegar tarde a sus obligaciones».