De tener la mirada puesta en un objetivo a tenerlo en otro puede pasar únicamente una semana. Y ésta ha sido decisiva para que el presidente de la Diputación, César Sánchez, dé un cambio de rumbo respecto a dos cuestiones fundamentales: una de agenda política, como la todavía pendiente reunión con la vicepresidenta de la Generalitat, Mónica Oltra, y otra ligada al futuro de la gestión de los servicios sociales que presta la institución provincial pese a tratarse de competencias impropias que deberían ser desarrolladas por el Consell.
El primer viraje del presidente se produjo el martes al optar por celebrar dos plenos el mismo día en vez de reunirse con Oltra. La Diputación hizo llegar a Vicepresidencia de la Generalitat la necesidad de aplazar la reunión del pasado martes -y 13- cerrada con la número dos del Consell desde hacía semanas. Sánchez se colocó dos plenos en la misma jornada, el de la Diputación por la mañana y el de su pueblo, Calp, por la tarde pese a que, al menos en la primera institución, hacía año y medio que no convocaba plenos en martes.
La intención, voluntad y prisas de Sánchez por reunirse con Oltra y abordar cuestiones de calado para la provincia con una de las máximas representantes del poder ejecutivo autonómico se convirtió de la noche a la mañana en papel mojado. Ya, si eso, la Diputación puede esperar hasta después de las fiestas de Navidad para la próxima cita.
Por otro lado, y vinculada también al área de Oltra como consellera, está la decisión de reclamar ahora la gestión directa del centro de salud mental Doctor Esquerdo, el Hogar Provincial y el servicio de teleasistencia domiciliaria a los mayores -un servicio, este último, que presta una empresa privada desde noviembre tras 25 años prestándolo Cruz Roja- y que ahora es prioridad para Sánchez. El presidente ha virado su posicionamiento en este aspecto con respecto a sus declaraciones públicas de las últimas semanas, en las que había instado al Consell a asumir las competencias sociales impropias que, con carácter histórico, presta la Diputación y por las que reclama a la Generalitat 70 millones. La petición que venía haciendo César Sánchez al Consell era la misma que ya planteaba anteriormente la institución con Luisa Pastor, que llegó a elaborar un informe que presentó a la Federación Valenciana de Municipios y Provincias en 2012 en el que ya apuntaba la posibilidad de traspasar a la Generalitat los servicios sociales. Sí, el mismo informe que recogía que las competencias en turismo desarrolladas por la Diputación tenían «carácter impropio» y que deberían ser también prestadas por el Ejecutivo autonómico, justo lo contrario de lo que ahora defiende el grupo popular.
El jueves pasado, tras el tradicional brindis navideño que la institución provincial realiza con los periodistas, César Sánchez apostó por primera vez de manera firme por mantener los servicios que presta tanto en el psiquiátrico Doctor Esquerdo, el Hogar y la teleasistencia y reclamar su financiación al Consell.
El discurso ha girado en una sola semana. Tanto como su propuesta de no incluir a políticos en las mesas de contratación de la Diputación, una apuesta estrella por la transparencia que meses después ha sido incumplida. Y es que dos diputados -los vicepresidentes Alejandro Morant y Javier Sendra- formaron parte de la mesa de Alicante Natura Red Ambiental el pasado 14 de noviembre para la adquisición de varios vehículos de renting destinados a medio ambiente durante el período 2017-2020.
