Mónica Oltra se ha convertido en una figura con impacto en toda España. ¿Su compromiso político sigue estando en la Comunidad Valenciana o mira hacia Madrid?
Mi compromiso está, sin duda, con los valencianos y en esta Comunidad. Por supuesto. Es el ámbito en el que yo me siento cómoda y feliz. Es mi tierra. Como siempre digo yo, España es demasiado grande.
Los ataques de Isabel Bonig se centran en usted y en Compromís. ¿Lo hace por su denuncia de los casos de corrupción del PP o ella le considera su gran rival en 2019?
A mi me tiene entre ceja y ceja. Tiene la lengua más larga que la memoria. La cuestión no es que yo denuncie la corrupción. El tema es que todos los días, los tribunales, los fiscales, la Policía, la Guardia Civil... sacan a la luz todas las vergüenzas que con esta cortina de humo el PP intenta tapar. Dice que en 2019 será la candidata y que se enfrentará conmigo. Enhorabuena.Queda mucho. A mi, políticamente, me molesta que siempre se esté pendiente de las elecciones. Es algo que harta a los ciudadanos. Hay que pensar en gobernar y gestionar bien. Es mi objetivo. No se puede vivir en ese electoralismo y esa confrontación permanente. Y, personalmente, yo tengo una máxima. Vivimos como si fuéramos inmortales. Y uno no sabe lo que va a pasar. Yo me planteo hacerlo bien hoy y mañana. En 2019 ya veremos. Prefiero vivir más al día.
¿Qué futuro tiene Compromís?
Está muy ligado al presente. Lo primero que tenemos que hacer es gobernar bien, como se está haciendo. Tomar decisiones que mejoren la vida de los ciudadanos. La gente vive hoy mejor que hace año y medio en aquellos lugares donde estamos gobernando. Y eso tiene que seguir así. Va a determinar también nuestro futuro. Somos la formación, así lo consideran la mayoría de los ciudadanos, que mejor defiende los intereses de los valencianos. De los cinco millones de personas que viven en este territorio. Debemos continuar trabajando de esta manera: tenemos que ser esa voz valencianista plural, que ha puesto la política social en el centro de la gestión como alternativa al modelo del PP y tiñendo de discurso medioambiental las instituciones. Tres patas son la base del discurso sobre el que se asentó el cambio político que se produjo en 2015: justicia social, intereses valencianos y una política sostenible para las próximas generaciones.
Una de las asignaturas pendientes de Compromís es su organización interna. Partido, coalición, federación, suma de siglas, cooperativa, como lo define Enric Morera. ¿Cuál es su apuesta?
A mi me gusta la expresión que utiliza el presidente de las Cortes...
Eso es innovar mucho...
Es que Compromís es tecnología política punta. Me la juego con cualquier partido de España y del extranjero a que hemos inventado una fórmula con una democracia en la que pesan más la palabra que los votos. En Compromís un 51% no se puede imponer a un 49% generando un sentimiento de exclusión. Es verdad que a veces despertamos la hilaridad porque nuestros debates se alargan mucho. Pero siempre llegamos a un acuerdo que nos acaba reforzando. Nadie se impone sobre el otro y todo el mundo acaba teniendo su espacio. Estamos formados por tres partidos y por gente que no quiere militar en un partido. Pero todos tienen representación en las listas aunque sean pequeños. Esa es nuestra fórmula de éxito. Vamos a seguir buscando encajes en esta cooperativa en la que la palabra siga siendo nuestra seña de identidad.
Los independientes no están muy de acuerdo. Esta semana se manifestaron frente a la sede por sentirse excluidos y recogen firmas. ¿Cómo lo van a resolver?
Tienen representación. El alcalde de Valencia, tres diputados en las Cortes, muchos concejales... son cargos que no militan en ninguno de los partidos de Compromís...
Pero ellos reclaman tener un papel dentro de la coalición...
Lo tienen: todos construimos el discurso. En todo caso se está buscando ese encaje. Una manera de organizarnos en la que se sientan más cómodos. Pero a mi me parece importante, si lo desean, que se puedan expresar con libertad en las puertas de la sede. La palabra, aunque sea en forma de una protesta, es lo más valioso que tiene Compromís.
¿Compromís es un proyecto autónomo e independiente o apuesta por una relación preferente con Podemos como en las generales?
Somos un proyecto autónomo e independiente. Pero también de suma. Siempre hemos sumado aunque haya sido un partido de ámbito local. Y en las elecciones generales consideramos que ante propuestas políticas parecidas, no podíamos hacer elegir a la gente entre una papeleta u otra. Estamos abiertos pero el momento de hablar es cuando lleguen las elecciones.
¿Compromís siempre deberá liderar cualquier proyecto?
Es una cosa a reflexionar. Ahora bien, yo defiendo nuestro proyecto y su identidad. Lo decía hace unos días, Compromís es único. No sé si repetible. Pero único. Somos una herramienta política amable, útil y, desde luego, muy valiosa.
En Madrid siempre le preguntan como un actor más de Podemos. ¿Teme que les confundan?
No nos confunden. Tenemos una sociedad cada vez más informada y saben perfectamente quién es Compromís. En Madrid tienden a uniformizar todo. A mi me preguntan por Podemos. Y yo respondo: a mí no me gusta hablar de otros partidos.
Hablando de Podemos. ¿Le gusta más Pablo Iglesias o Errejón?
Hacen muy buen tándem. Siempre pongo el ejemplo de Compromís. Somos cuatro portavoces: Enric Morera, Joan Ribó, Julià Àlvaro y yo misma. Esa coralidad suma. No me quiero quedar con ninguno si me puedo quedar con los dos.
