El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, afirmó ayer en Bruselas tras la reunión con la comisaria europea de Comercio, Cecilia Malmström, que la Comunidad Valenciana sufre competencia desleal hacia sus productos agrícolas, como las naranjas. «Nosotros no tenemos una posición proteccionista, al contrario, estamos a favor del comercio ya que las exportaciones para la Comunidad son vitales», dijo, y añadió que «lo único que queremos es que se garanticen unas reglas de juego comunes».

Puig insistió en la idea de crear unas «reglas de juego comunes» para el comercio de la Unión Europea (UE), algo que según su criterio no se está cumpliendo en algunos sectores determinados, como el caso de las naranjas de Sudáfrica, donde «se está produciendo una diferencia de trato». «Nos preocupa especialmente lo que significa el efecto sanitario y la falta de control que puede llevar a plagas que se instalen en el ámbito de la producción y que al mismo tiempo se está haciendo una competencia desleal a nuestros productos», continuó en relación al hongo conocido como la plaga de la «mancha negra», proveniente de Sudáfrica.

Los países de la UE aprobaron el pasado mayo reforzar los controles sobre las importaciones de cítricos de Sudáfrica para evitar la entrada en territorio comunitario de dicho hongo con el voto en contra de España, el mayor productor de cítricos en la UE, que pidió medidas más estrictas.

Puig también habló con la comisaria sobre nuevos mercados que la Comunidad Valenciana «quiere explorar», como es el caso de «Japón, México y todo el Mercosur». «Ahí hay unas posibilidades que vamos a explorar. A través de los acuerdos europeos, como el firmado con Canadá, tenemos que ver cómo podemos mejorar la posición de nuestros productos, tanto industriales como agrícolas», aseguró. Puig afirmó que Malström le transmitió su «admiración por la capacidad comercial» de la Comunidad Valenciana y que reconoció la necesidad de mejorar algunos sistemas de control.

El jefe del Ejecutivo valenciano intervino ayer en el pleno del Comité de las Regiones, en Bruselas, donde reclamó una mayor cooperación entre las regiones para aprovechar el potencial turístico y destacó el papel de la Comunidad como «destino turístico de referencia en el mediterráneo europeo».

Por otra parte, el presidente de la Generalitat aseguró que la «única forma» de dar estabilidad al país es que el Gobierno tenga una actitud dialogante y una «mirada abierta» para conseguir los máximos acuerdos posibles. «Hay que ser capaces de ser suficientemente inteligentes para no perdernos en discusiones banales y que entre todos consigamos los objetivos mejores para la ciudadanía», explicó Puig. Señaló que existe una agenda fundamental para las comunidades autónomas que es el de la financiación autonómica. «El sistema de financiación es una cuestión crucial para poder prestar servicios públicos razonables y de calidad a los ciudadanos y vamos a intentar desatascar la situación durante las próximas semanas», afirmó. Puig definió la nueva situación política española como «positiva para la ciudadanía» porque requiere el diálogo de las fuerzas políticas para «sacar adelante la gobernabilidad». «Cualquier avance en cuestiones fundamentales como el salario mínimo siempre es positivo», celebró.