El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, afirmó ayer que el Consell «no está por la política de la confrontación» con las diputaciones y pidió al PP que tenga en las Cortes Valencianas «la actitud de colaboración» que el PSPV de la Diputación de Castellón ha tenido al abstenerse en la aprobación de los presupuestos de la institución. Esta situación también se la han planteado los socialistas de la Diputación de Alicante, que incluso estudiaron facilitar las cuentas del presidente de la institución, César Sánchez, a cambio de que éste incluyera el Fondo de Cooperación Municipal en las cuentas de 2017 y previese 13,7 millones de euros para los ayuntamientos alicantinos para complementar así la aportación de similar cuantía de la Generalitat. Sin embargo, el PP provincial ha zanjado esta posibilidad y ha pedido a las diputaciones que no acepten ese fondo.

Preguntado sobre si la abstención de los socialistas sienta precedente para futuros acuerdos entre PP y PSPV en otras diputaciones, el jefe del Consell dijo que lo que busca el partido socialista «es poner por delante a los ciudadanos antes que a las instituciones, poruqe las personas son nuestro objetivo fundamental y, por tanto, si se puede avanzar para mejorar la vida de los ciudadanos, hay que hacerlo». Añadió que su gobierno «no está por la confrontación» con las diputaciones.

Por otro lado, la Diputación de Alicante aprobó ayer por unanimidad una modificación de créditos de 700.000 euros para que la institución pueda aportar, en total, 1,7 millones a la segunda fase del plan de ayudas a los libros de texto, Xarxa Llibres, impulsado por el Consell.