Su presencia enérgica y decidida y su experiencia política hacían que a Rita Barberá nadie le hiciera sombra ni siquiera fuera de la ciudad de Valencia. Que se lo digan a Sonia Castedo cuando el 11 de octubre de 2008 en la salida de la Volvo de Alicante y en presencia, entre otros, de los reyes Juan Carlos y Sofía, la recientemente elegida alcaldesa de Alicante quedó en un segundo plano frente a su homóloga valenciana. Tal como se aprecia en muchas fotos de aquel día, Rita Barberá pareció ejercer como anfitriona «comiéndose» a una, todavía entonces inexperta, Sonia Castedo. No hay más que ver las imágenes que están ofreciendo desde ayer todos los medios para entender que, por supuesto en Valencia, pero también en Alicante, en Elche o en Orihuela, Rita Barberá jamás pasaba desapercibida.

Por la provincia no se prodigó en exceso pero, cuando lo hizo, se dejó ver. Secundó las protestas que su partido convocó hace una década en defensa del trasvase Júcar-Vinalopó en su cruzada por el agua. En Alicante, ubicada entre el entonces presidente de la Diputación José Joaquín Ripoll, y los conselleres Rafael Blasco y García Antón, encabezó la manifestación del 1o de septiembre de 2005; y el 7 de mayo de 2008, en una cumbre de alcaldes para pedir el trasvase del Ebro al Gobierno de Zapatero en Orihuela, mostró su buena sintonía con el entonces presidente de la Generalitat Francisco Camps y con el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi.

Como presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), cargo que compaginó con la Alcaldía de Valencia durante unos años, Rita Barberá también participó en varios actos celebrados en la provincia. Así, fue la encargada de inaugurar el «Foro Alicante 2001» sobre financiación territorial el 20 de febrero de ese año.

Su potente presencia se evidencia en las imágenes que ha dejado su largo paso por la política. Presente siempre en los actos del que fuera su partido hasta hace unos meses, participó en los actos centrales de las muchas campañas electorales que vivió siendo alcaldesa de Valencia. En marzo de 2003 respaldó en la precampaña de las elecciones municipales y autonómicas un acto convocado por el PP por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en el pabellón de deportes «Pitiu Rochel» de Alicante en el que la presencia de cinco ministros no impidió que una de las personas que más saludos y muestras de cariño recibió fuera, además del entonces ministro Eduardo Zaplana, la propia Rita Barberá, de la que algún asistente eufórico destacó su «simpatía y buen talante», tal y como recogió este periódico.

En febrero de 2008 animó a Mariano Rajoy como la primera en un acto de campaña en IFA, en mayo de 2012 participó en el XIII Congreso Autonómico del PP que se celebró en Alicante, y en una cena por el arranque del curso político del Partido Popular en Elche en septiembre de 2013, Barberá se unió al presidente de la Generalitat Alberto Fabra en sus alocuciones «contra los catalanistas» y en sus avisos contra un posible tripartito para intentar contrarrestar la mala imagen del PP, ya entonces cercado por los casos de corrupción en sus filas.

Lo habitual en las imagenes de Rita Barberá en su etapa de alcaldesa era verla riendo en actos institucionales o de partido aunque también asistió en la provincia a acontecimientos dolorosos como el entierro de José Ramón García Antón en San Vicente del Raspeig el 12 de agosto de 2009 en el que una compungida Rita Barberá mostraba su pesar por el fallecimiento del conseller.