César Sánchez ha decidido cambiar de estrategia. Un giro de 180 grados a la moderación con la que había tratado al jefe del Consell, Ximo Puig, durante las últimas semanas. Aprovechó anoche su presencia en un comité ejecutivo del PP casi de trámite para lanzar un durísimo alegato contra el Gobierno de la Generalitat del tándem formado por Ximo Puig y Mónica Oltra. Uno de los más duros de cuantos se le recuerdan. Una maniobra que intenta apuntalar un liderazgo, hasta ahora endeble, y marcar un perfil propio al frente de un proyecto en la Diputación que claramente se ha ido diluyendo con el paso de los meses.

Por la mañana, durante un acto institucional, César Sánchez ya había adelantado ese movimiento. Lanzó un ataque con artillería de grueso calibre contra la Generalitat por "expropiarle" las competencias a raíz de la batalla abierta por el Fondo de Cooperación Municipal y la disputa por el traspaso de las competencias sociales. Ante los notables del PP fue, incluso, un punto más allá. El presidente de la Diputación se ofreció como un defensor "inquebrantable" de los intereses de Alicante, habló de hacer una "oposición política" dura contra los "ninguneos" del Consell y puso a todo su equipo de diputados como base de ese contraataque.

La intervención del titular de la institución provincial agradó al sector duro del PP que propone acentuar el frentismo contra el Consell pero, sin embargo, desconcertó a los que le piden un plus de liderazgo más allá de caer en la crítica como único recurso. Este cambio de rumbo de César Sánchez se produce justo después de que se haya confirmado su cita con la vicepresidenta Mónica Oltra para el próximo 13 de diciembre.