El presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, citó ayer al portavoz del grupo Compromís, Gerard Fullana, para hablar sobre los presupuestos del año que viene y escuchar de primera mano las propuestas sobre el reparto de ayudas que la formación que lidera Fullana ha realizado con el fin de establecer nuevos criterios de adjudicación de subvenciones. Estos criterios, recogidos en el llamado Plan Objectiva de Compromís, serán trasladados al presidente el próximo 28 de noviembre en una reunión formal que Fullana solicitó hace casi tres semanas. El portavoz del grupo de izquierdas buscará que Sánchez y su equipo incluyan si no todo, al menos buena parte del citado plan en las cuentas del año que viene y que se reduzca el porcentaje de ayudas a dedo a los municipios.
Los presupuestos de la Diputación de Alicante para 2017 se están confeccionando todavía. Como informó este diario, el grupo Compromís buscará cierta atención a su plan estrella, algo que podría hacer al grupo de Fullana plantearse una abstención y no votar en contra de las cuentas, como hizo el año pasado.
Discurso «alicantinista»
Por otro lado, no parece demasiado dispuesto el presidente a ceder a la presión que le plantean los socialistas para llegar a un acuerdo sobre los presupuestos provinciales de 2017. «La Diputación de Alicante no entiende ni de amenazas ni de coacciones», dijo Sánchez frente a la propuesta del PSPV para facilitarle la aprobación de las cuentas a cambio de que la institución alicantina aporte su cuota de 13,7 millones al Fondo de Cooperación Municipal que impulsa la Generalitat. «Vamos a escuchar a la oposición pero ni nos sometemos a mercadeos ni a negociaciones. Somos serios y responsables», zanjó Sánchez durante la apertura de un congreso alimentario en Alicante. El titular de la Diputación, incluso, fue más allá y trató de sacar rédito a un discurso claramente alicantinista. «El Consell no puede ser sólo el gobierno de la provincia de Valencia», lanzó sobre la relación con la administración autonómica. El presidente de la Diputación, que en los últimos tiempos había rebajado el tono de sus ataques a Ximo Puig, se mostró favorable a una colaboración «total» con la Generalitat pero respetando la autonomía de ambas instituciones. "Lo que tienen que hacer es dejar de expropiarnos competencias", disparó el titular de la Diputación que emplazó a la Generalitat a asumir las competencias que tiene delegadas en la corporación alicantina o, de lo contrario, a financiarlas. "Ni somos plebeyos ni nos supeditamos a nadie", zanjó César Sánchez.
